Prof. Leopoldo S. Martin Ramos en Red hacia el Bicentenario - Contenidos Locales inserta una interesante entrevista a su colega Godoy.
martes, 28 de julio de 2009
jueves, 23 de julio de 2009
DOCTORADO HONORIS CAUSA (*)
Señor Rector,
señores Decanos,
señores Decanos,
colegas catedráticos,
queridos alumnos,
señores representantes de los Poderes del Estado,
señores delegados de las FFAA de la República,
señores miembros del Cuerpo Diplomático y Consular,
señoras y señores, compatriotas conosureños:
Esta Casa de Altos Estudios -principal centro de educación superior de Bolivia- me enaltece con el máximo galardón que una Universidad confiere: el Doctorado Honoris Causa.
Esta Casa de Altos Estudios -principal centro de educación superior de Bolivia- me enaltece con el máximo galardón que una Universidad confiere: el Doctorado Honoris Causa.
Crece la simbología del gesto porque la Universidad Mayor de San Andrés la funda el Mariscal Andrés Santa Cruz. Este personaje es el arquitecto de la Confederación Perú-Boliviana y paladín del nacionalismo andino.
El grado de Dr. HC que hoy recepciono en esta ceremonia constituye el reconocimiento a mi labor en las Universidades del Cono Sur y a la acción pública del Centro de Estudios Chilenos CEDECH.
Tal corporación contestataria es fundada en 1982 –entre otros- por el maestro Felipe Herrera Lane, Enrique Zorrilla, Jorge Barría, Leonardo Jeffs, Tomás Pablo y por quien ocupa este podium.
El aula y el archivo, las publicaciones y las publicciones y la tribuna, es decir, mi trabajo docente, científico y ciudadano ha sido una campaña fervorosa por nacionalizar la cultura. Ello debe entenderse en la línea de Simón Rodríguez y de José Martí.
El aula y el archivo, las publicaciones y las publicciones y la tribuna, es decir, mi trabajo docente, científico y ciudadano ha sido una campaña fervorosa por nacionalizar la cultura. Ello debe entenderse en la línea de Simón Rodríguez y de José Martí.
Es insuficiente nacionalizar la economía y la política. Es necesario -de modo anticipado o simultáneo- nacionalizar la cultura. Se carece de plena soberanía si no somos capaces de rescatar las esencias originarias y preservar las sustancias constitutivas que nos dan el sustento y la textura como colectividad histórica.
Tal postulación es el mensaje vigente de Andrés Bello, de Jun Bautista Alberdi y de Franz Tamayo. La educación básica, intermedia y superior, en consecuencia, deben estar al servicio de esa tarea nacionalizadora. Ello no es el fomento del insularismo y el encapsulamiento. Menos el cultivo de la patriotería, sino el afán de conocer y valorizar lo propio.
No puede el aula –como hasta ahora- continuar siendo una agencia de europeizacion y de descastamiento, trinchera de alienante mundialismo. En esa ruta no me fue difícil encontrarme con Bolivia y su pueblo. En la medida que acentuaba mi chilenidad –desaprendiendo una cultura postiza- me hacia más y mas nacionalista iberoamericano.
Esto explica el por qué sienta como propio el enclaustramiento de esta república lo cual también perjudica a mi propio pueblo morador de as comarcas nortinas. Estos países nuestros –de Tierra del Fuego a México- son partículas constitutivas de una meganacionalidad invertebrada. Tanto como lo fuera la Alemania prebismarckiana y la Italia pregaribaldina.
Entonces si una es la nación, una es la cultura. El abanico de sus múltiples matices no la fragmenta, sino la enriquece. ¿Qué actitud asumir respecto a la cultura externa? Aquella de ayer y la de hoy. Os intento responder con un parábola de Gandhi. Expresa: “Cada nación, además de de hondo cimientos y de sólidos muros, debe ser un edificio de amplios ventanales. Por cada ventana, bienvenidas las brisas del ancho mundo ¡oxigenan! Sin embargo, atajemos los huracanes ¡arruinan!”
Nuestras Universidades –abandonando la hipnosis europeizante y la histeria patriotera- deben asumir esa faena nacionalizadora en la dimensión iberoamericana. Ello en las diversas labores atinentes a la docencia, la ciencia y la extensión.
Entre un seminario sobre “La Metamorfosis” de Kafka y otro sobre “El Martín Fierro” de Hernández.
Entre una investigación de las tesis de Marcuse y Gramsci y las de Carlos Montenegro y de Jorge Abelardo Ramos.
Entre el análisis de “Democracia y educación” de Juan Dewey y “La educación económica y el liceo” de Francisco Antonio Encina.
Entre une exposición de Le Courbusier y justipreciar la obra de Lucio Costa.
Entre un taller de estudio de los textos de Heidegger y de Sastre y otro sobre el discurrir de Octavio Paz y de José Ortega y Gasset.
Entre patrocinar una muestra pictórica del surrealismo francés y otro de muralismo mexicano.
Entre auspiciar un concierto de Bach o Mozart y otro de música andina.
¡No se dude! Se prioriza lo criollo. Una vez descubierta la raíz nacional y asimilado lo propio, es decir, lo patrio iberoamericano demos el paso hacia lo exótico. Con el equipamiento adecuado se entra en contacto con lo extranjero. El arraigo en el “aquí” habrá proporcionado vigor propio y sello autóctono, es decir, personalidad . Se habrá adquirido inmunidad ante el vasallaje.
Húyase entonces de la “tentación fatal” por la moda forastera que al embrujarnos nos precipita a despreciar lo propio. Repudiemos -en todas las esferas- el plagio y el calco, optando por el camino áspero, pero fecundo de la creación original. Si algo proviene de ultramar no se adopte, sino adáptese. Pensemos, con cabeza propia, nuestros problemas. No vivamos de espalda a lo nuestro. Seamos, no remedo, sino nosotros mismos.
Estoy –disculpadme- sustituyendo una alocución de agradecimiento por una lección. En esta magna oportunidad, no pretendo enseñar. Apenas he querido formular un comentario de mi batalla en Chile por una cultura genuinamente patriótica. Digo patriótica y no patriotera.
Como académico de oficio y director de CEDECH recibid, en retribución del galardón otorgado, un significativo recuerdo: la bandera de Chile. No olvidéis, es el pabellón creado por Bernardo O´Higgins Riquelme, colaborador de Andrés Santa Cruz, quien defendiera la Confederación Perú-Boliviana, jugándose por la armonía entre La Paz y Santiago. Soy un chileno chilenísimo y no falsificado y, por lo mismo, o´higginista. En tanto soy bolivianófilo.
Aceptad además –por vuestra gentileza y generosidad- una vieja moneda. No por gastada menos valiosa y reluciente. Es la mágica palabra ¡gracias!
(*) Discurso de agradecimiento proferido en el paraninfo de la UMSA, La Paz, 26.08.1994. Se incluyó en “Chile versus Bolivia: otra mirada”, pág. 67 y ss. Esta distinción, por primera vez se confería a un chileno. Sin embargo, nuestra prensa calla. Las autoridades también silencian el hecho. A los desmemoriados se les recuerda que el régimen militar finaliza en 1990.
Nuestras Universidades –abandonando la hipnosis europeizante y la histeria patriotera- deben asumir esa faena nacionalizadora en la dimensión iberoamericana. Ello en las diversas labores atinentes a la docencia, la ciencia y la extensión.
Entre un seminario sobre “La Metamorfosis” de Kafka y otro sobre “El Martín Fierro” de Hernández.
Entre una investigación de las tesis de Marcuse y Gramsci y las de Carlos Montenegro y de Jorge Abelardo Ramos.
Entre el análisis de “Democracia y educación” de Juan Dewey y “La educación económica y el liceo” de Francisco Antonio Encina.
Entre une exposición de Le Courbusier y justipreciar la obra de Lucio Costa.
Entre un taller de estudio de los textos de Heidegger y de Sastre y otro sobre el discurrir de Octavio Paz y de José Ortega y Gasset.
Entre patrocinar una muestra pictórica del surrealismo francés y otro de muralismo mexicano.
Entre auspiciar un concierto de Bach o Mozart y otro de música andina.
¡No se dude! Se prioriza lo criollo. Una vez descubierta la raíz nacional y asimilado lo propio, es decir, lo patrio iberoamericano demos el paso hacia lo exótico. Con el equipamiento adecuado se entra en contacto con lo extranjero. El arraigo en el “aquí” habrá proporcionado vigor propio y sello autóctono, es decir, personalidad . Se habrá adquirido inmunidad ante el vasallaje.
Húyase entonces de la “tentación fatal” por la moda forastera que al embrujarnos nos precipita a despreciar lo propio. Repudiemos -en todas las esferas- el plagio y el calco, optando por el camino áspero, pero fecundo de la creación original. Si algo proviene de ultramar no se adopte, sino adáptese. Pensemos, con cabeza propia, nuestros problemas. No vivamos de espalda a lo nuestro. Seamos, no remedo, sino nosotros mismos.
Estoy –disculpadme- sustituyendo una alocución de agradecimiento por una lección. En esta magna oportunidad, no pretendo enseñar. Apenas he querido formular un comentario de mi batalla en Chile por una cultura genuinamente patriótica. Digo patriótica y no patriotera.
Como académico de oficio y director de CEDECH recibid, en retribución del galardón otorgado, un significativo recuerdo: la bandera de Chile. No olvidéis, es el pabellón creado por Bernardo O´Higgins Riquelme, colaborador de Andrés Santa Cruz, quien defendiera la Confederación Perú-Boliviana, jugándose por la armonía entre La Paz y Santiago. Soy un chileno chilenísimo y no falsificado y, por lo mismo, o´higginista. En tanto soy bolivianófilo.
Aceptad además –por vuestra gentileza y generosidad- una vieja moneda. No por gastada menos valiosa y reluciente. Es la mágica palabra ¡gracias!
(*) Discurso de agradecimiento proferido en el paraninfo de la UMSA, La Paz, 26.08.1994. Se incluyó en “Chile versus Bolivia: otra mirada”, pág. 67 y ss. Esta distinción, por primera vez se confería a un chileno. Sin embargo, nuestra prensa calla. Las autoridades también silencian el hecho. A los desmemoriados se les recuerda que el régimen militar finaliza en 1990.
PEDRO GODOY, PROFESOR HONORIS CAUSA(*)
Por Karina Flores
(*) Profesora en Historia (IES Nº 1 AMJ).
El 29 de octubre de 2008 pasado el Instituto Jauretche recibió la visita de Pedro Godoy, un prestigioso cientista social chileno que es Dr. HC en Bolivia por la Universidad Mayor San Andrés y galardonado con el Premio Jauretche por el ISAJ. También es miembro de la Sociedad Científica de Chile, cofundador del CEDECH (Centro de Estudios Chilenos) y autor de "Chile versus Bolivia: otra mirada", "Revolución en educación", "Libro negro de nuestra educación", entre otros títulos. En la ceremonia disertó sobre la educación actual de su país y sus problemáticas vinculantes. Concluida su disertación el público dialogó con el invitado quien estableció fluida comunicación de preguntas y respuestas. Al final de su exposición, el director del Instituto Jauretche, Lic. Marco A. Roselli, le entregó la distinción Profesor Honoris Causa.
(*) Profesora en Historia (IES Nº 1 AMJ).
lunes, 20 de julio de 2009
POSTULANDO AL GALARDON
En oficina del MiNEDUC representantes de cinco Universidades y personeros del mundo científico, literario, artístico y sindical inscribieron, el 17 del presente mes, la candidatura del catedrático Pedro Godoy al Premio Nacional de Ciencias de la Educación. Es la II oportunidad. La anterior corresponde al 2007. Se inaugró también el blog http://www.premionacionaldeeducacion.blogspot.com/. La meta inmediata es abrir espacio, en la opinión pública, en el gremio magisterial y en la academia a las tesis pedagógicas de Ricardo Rojas, Arturo Jauretche, Manuel Vicente Villarán, Sebastián Salazar Bondy, Franz Tamayo, Mariano Baptista Gumucio y, por cierto, en primerísimo lugar a las de Simón Rodríguez y José Martí. Tales doctrinas están difundidas en obras del postulante cuyo programa inclueye el regreso a una enseñanza concebida como servicio y no como negocio. Al mismo tiempo promueve suprimir del curriculum el eurocentrismo y la xenofobia. Adhesiones del país y del exterior remitirlas a director@cedech.cl
TRILOGIA PEDAGOGICA
“REVOLUCION EN LA EDUCACION” es parte de la trilogía pedagógica de este autor. En este tomo postula una educación para el desarrollo económico cuya vértebra es el humanismo tecnológico. Juzga conveniente para una república subdesarrollada la capacitación temprana en ámbitos como la agricultura, la ganadería, la industria, la minería. Un enfoque contrario a lo libresco y a lo puramente libresco.
EDUCACION Y NACIONALIDAD” es el texto terminal de la trilogía. En sus páginas analiza como el proceso formal de enseñanza-aprendizaje ha sido una herramienta de colonización cultural. Asimismo rehabilita a personeros como Simón Rodríguez quien-junto con otros- promovieron una escuela nacionalizadora. Enjuicia en sus páginas la incompetencia de las Facultades de Educación para generar una teoría pedagógica criolla.
“LIBRO NEGRO DE NUESTRA EDUCACION” es un catálogo de las debilidades de nuestro sistema escolar. Advierte el autor que no brota de otros libros sino de la observación en terreno de la vida de aula. Enjuicia, por cierto, fenómenos como la privatización, la permisividad, el exotismo de los contenidos de las asignaturas,el divorcio del aula con la vida concreta. Sin duda, una obra polémica.
OBAMA Y PELE
Se alude al actual Presidente de EEUU como "afroamericano". Nadie -en cambio ni por casualidad- se refiere al emblemático futbolista como "afrobrasilero" y menos como "afrolusitano". Una explicación: el mundo norteamericano, específicamente, Angloamérica es un mosaico. Allí diversas etnias conviven "juntas, pero no revueltas". Iberoamérica, por el contrario, es un crisol. Desde el origen, en 1492, la mixtura es lo usual y, por ende, predomina "el café con leche". Sólo en la cúpula una minoría -no más del 5%- practica la endogamia y defiende su condición euroblanca. Se trata de la clase dominante cuyo origen está en el "patriciado" colonial. Hereda la encomienda, luego el mayorazgo hace la Independencia y, desde entonces, retiene el poder. Se mezcla -con alborozo- sólo con inmigrantes europeos. Con ello acentúa el "albinismo" profundizando distancia respecto a la "plebe". El otro 5% ajenos a la mezcla, no por prejuicio, sino por condición periférica es lo que resta de lo amerindio. El 90% son el "pueblo nuevo", fruto de aquel mestizaje. Esto explicaría que se estime coexistentes, en Obama, Africa y América. En Pelé, Africa y Portugal se evaporan. Al fusionarse originan un producto nuevo: Brasil.
sábado, 18 de julio de 2009
martes, 14 de julio de 2009
"BICENTENARIO E IDENTIDAD" : nueva obra
Este texto sostiene que Chile no nace en 1810, sino es engendrado a mediados del siglo XVI por efecto del mestizaje. Bucea en el complejo tema de lo identitario y exalta lo hispánico y lo aborigen como fuentes de una nacionalidad que visualiza integrando una sola familia con las otras veintitantas patrias de este “mundo ancho y ajeno” que es nuestra América. Obra, sin duda, llamada a generar polémica porque las guerras de la Independencia son presentadas como confrontaciones entre hispanos al interior del Imperio fundado por Carlos V y Felipe II.
¿COMO SE ENSEÑA HISTORIA DE CHILE?
La Historia Patria, frecuentemente, se explica en aula sobre la base de confrontaciones bélicas. No obstante, sabemos que un país se construye en la paz, día a día, a través de un proceso. Entonces resulta una distorsión que su trayectoria se enseñe señalando sólo sucesos que son “hechos de armas”. Tal rutina se refuerza con el programa de efemérides escolares destinado –de modo habitual- a resaltar episodios de conflicto. La docencia gira en torno a tres “centros de interés”. Uno, la guerra de Arauco. El otro, la guerra de la Independencia. El tercero, la guerra del Pacífico. En cada uno la objetividad está ausente. El maniqueísmo se impone de “pe a pa”. En el primer escenario el “bien” lo representan los mapuches (valor “coraje”). El “mal” los conquistadores (disvalor “codicia”). En el segundo, los patriotas son quienes lideran el progresismo liberal y los realistas, el fanatismo obscurantista. Algo así como el choque entre el luminoso Renacimiento y la tenebrosa Edad Media. En el último, los chilenos son héroes invictos. Villanos y cobardes los peruanos y bolivianos.
Existen otros dos “centros de interés” de naturaleza secundaria, pero igualmente perniciosos. Uno, al finalizar el siglo XIX el denominado “Pacificación de la Araucanía”. Allí se produce un viraje. Ahora los mapuches representan la barbarie y constituyen una rémora. Los “buenos”, en cambio, son los chilenos que, como filántropos, imponen la civilización a la patria araucana. Así se legitima un brutal etnocidio que, en la imaginería popular, se atribuye a España. El otro es la usurpación de la Patagonia por Argentina. Se internaliza –a horcajadas de tal tema- la odiosidad a la patria de José de San Martín y Domingo F. Sarmiento. Sus habitantes serían fanfarrones y expansionistas y nuestra diplomacia blanda y torpe por aceptar siempre el arbitraje y la mediación en pleitos limítrofes. Resulta curioso que –al otro lado de la cordillera- son idénticas las imputaciones, los recelos y las contraimágenes empleadas para enseñar, en aula, la misma supuesta mutilación. Ello exige el montaje –aprovechando la UNASUR o el MERCOSUR- de una especie de mini UNESCO conosureña que proponga un nuevo texto escolar de Historia de Iberoamérica.
Al finalizar el siglo XX y al borde de III milenio es un anacronismo una docencia “en blanco y negro” de nuestra Historia. El aula no debe continuar promoviendo altanerías y rencores. Es inaceptable que cada alumno, por la lección del educador o lo anotado en vetusto texto, comulgue con cinco fobias. Póngase punto final a tal circuito de supercherías insistiendo en lo siguiente: los conquistadores constituyen el patriciado del país. Merecen homenaje equivalente al que enaltece a los mapuches. Separatistas y monárquicos protagonizan la guerra civil entre liberalismo y absolutismo que desgarra al Imperio, aquel sobre el cual “no se ponía el sol”. Chilenos, peruanos, bolivianos y argentinos integran una nación que comparte el mismo horizonte y tendrá –para sacudirse del atraso y la dependencia- que afrontar el desafío de mancomunarse. Lo amerindio constituye uno de los dos componentes fundacionales. Negarlo es ignorancia. Juzgarlo un lastre, usando la expresión “indio” como estigma, encubre racismo... Una genuina reforma educativa debe empujar el enjuiciamiento de este circuito de estereotipos. Así podrá superarse nuestra crisis de identidad. Esa anomalía abre las puertas a devastadora globalización que beneficia a los imperialismos.
HOMOSEXUALIDAD, EDUCACION Y POLITICA
Con euros donados por la ONG Triángulo se empuja campaña "educando en la diversidad". Se manifiesta, por el momento, en texto escolar que promueve prácticas homosexuales. Imagino que padres y apoderados se oponen al fomento de la sodomía y el lesbianismo. En el MINEDUC la iniciativa habría encontrado acogida al menos de cierta funcionaria. Los textos, no obstante, se habrían distribuido a medio centenar de planteles.
Desde otro ángulo, los candidatos presidenciales -para aparentar onda postmoderna- son ambiguos en lo atingente a los "matrimonios" entre gays que implica la prerrogativa de adoptar. Ello vulnera el derecho de niños huérfanos o abandonados a convertirse en retoños de una pareja normal. Es urgente que el Colegio de Profesores de Chile, AG y el SENAME se pronuncien sobre estas materias valóricas. El adagio expresa "Quien calla, otorga".
Desde otro ángulo, los candidatos presidenciales -para aparentar onda postmoderna- son ambiguos en lo atingente a los "matrimonios" entre gays que implica la prerrogativa de adoptar. Ello vulnera el derecho de niños huérfanos o abandonados a convertirse en retoños de una pareja normal. Es urgente que el Colegio de Profesores de Chile, AG y el SENAME se pronuncien sobre estas materias valóricas. El adagio expresa "Quien calla, otorga".
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