Olvidamos que -en todo sitio y momento- se usa la expresión como insulto. Incluso en el aula -ante un brote de anarquía- el docente amonesta al alumnado con la frase: "No sean indios". El erróneo gentilicio lo inaugura Cristóbal Colón el 12.10.1492 y posee excelente salud. Implica usurparle el nombre a los paisanos de Tagore, Indira y Gandhi. Lo interesante de comentar ahora es cómo de la fobia a lo aborigen se pasa al fetichismo. No sabemos de equilibrio. Vamos de> un extremo a otro. En este caso de la denigración a la idolatría. Hasta se abren vitrinas de museos y por ley> resucitan colectividades autóctonas extinguidas.
Una exMinistro de Educación se pavoneaba. de sus ancestros diaguitas. Amenazada de destitución alega que es víctima del racismo. Huenchumilla hace campaña electoral enarbolando su apellido. Igual una top model penquista. Lo cierto es que son "champurrias", es decir, mestizos. Igual que el "Chino" Ríos, Miriam Hernández, el pianista Bravo, los futbolista Zamorano y Salas o Ricardo Lagos. Se citan casos emblemáticos. El 90% somos "hijos de la mezcla" para usar términos de Rubén Blades. Lo que ocurre es que tal identidad se repudia o ignora. La misma expresión "mestizo" no se usa y es despectiva. El Bicentenario invita a asumirla abandonando la máscara "blanquista" tanto como la "indigenista".
Desde Tacna en Perú, algunos comentarios: http://filosofodetacna.blogspot.pe/2013/07/racismo-en-peru.html
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