En 1969 finaliza la filmación de "Caliche sangriento". La dirige Helvio Soto.. Su argumento es un episodio de la guerra del guano y el salitre. Narra la tragedia de una patrulla del 5º de Línea que pierde el rumbo en el trayecto de Ilo a Moquehua -pleno desierto- y deben enfrentar a los guerrilleros caceristas. Es objetivo, por ende, se distancia de la patriotería. No sólo eso también un oficial debate con su superior sobre las causas de la confrontación y denuncia la manipulación de los capitalistas británicos. La cinta muestra a los soldados sin oropel triunfalista, es decir, humanos y en una situación difícil. El heroísmo se distribuye por igual entre aquellos uniformados extraviados, acosados por la sed, la fatiga y la incertidumbre y los partisanos que defienden el terruño.
La filmación es en el desierto de Tarapacá y dispone de irrestricto apoyo del Ejército de Chile. Ello en lo atingente a equipamiento, transporte, armamento y "extras". La exhibición en privado de "Caliche sangrieto" desata una polémica. Estaba en la Presidencia Eduardo Frei Montalva que habíase manifestado proclive a estrategias integracionistas, pero por otro lado funcionarios castrenses ubicados en el Ministerio de Defensa -¡0h. paradoja!-estiman que vulnera el honor de las FFAA. Tras ellos estuvo la caterva de periodistas cuyo negocio es explotar la patriotería. Hay polémica pública. El cineasta pide apoyo a Salvador Allende, a la sazón senador y postulante a la primera magistratura. No lo obtiene. Por último se opta por autorizar su exhibición, pero mutilando escenas y diálogos estimados "inadecuados".
En la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile donde ejerciera como catedrático recibimos con aplausos al cineasta. Corresponden los brindis de rigor a dos alumnos el chileno Hugo Murialdo y el peruano Víctor Manuel Alvarado. Aquella es época de agitación y esperanza. El Campus Macul vibra entonces con este tipo de hechos en que se mixtura el arte y las letras con la política. Además Jaime Vadell, actor principal -aquel que hace el papel de oficial contestatario- había estudiado allí e hizo sus primeras armas en el CADIP -Centro de Arte Dramático del Instituto Pedagógico-. Recuerdo que el homenaje culmina en el quincho de mi casa. Añado que la película ha sido restaurada por dos discípulos de Helvio Soto: Francisco Venegas y Luis Horta, A ambos se les congratula porque rescatan una pieza de singular valor de nuestro patrimonio.
========
Foto 1 Helvio Soto.
Foto 2 Venegas y Horta