lunes, 29 de agosto de 2011

LUCRO Y ENSEÑANZA



El lucro es incentivo en economía, pero en la docencia, veneno. Restringe “la igualdad de oportunidades”. No sólo eso: al convertir al “estudiante” en “cliente” se reduce a polvo la calidad. El docente riguroso pierde su trabajo. De los educandos lo que interesa es el número y no el aprendizaje. Entre más alumnos más dinero. Alumnos y enseñantes se acomodan a la “ley del mínimo esfuerzo”. El alumno estudie o no es aprobado. Cualquiera nota deficiente se objeta. La disciplina se desploma. El edificio académico está terremoteado. El sismo del 27-F es un chiste ante el deterioro que produjo el neoliberalismo aplicado –por Pinochet y la Concertación- en una esfera en que no operan las leyes del mercado.

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