viernes, 13 de enero de 2012

BIZANTINISMO Y CATASTROFE

Se narra que en Constantinopla se discutía apasionadamente "cuántos ángeles caben en la cabeza de un alfiler". Esa fue una de las varias controversias que apasionan a clérigos y seglares. Todas de naturaleza teológica. Ello mientras el Imperio Romano de Oriente -restringido a la antigua Bizancio- estaba asediada por las tropas del ascendente Imperio Turco. La irresponsabilidad -sabemos- se paga cara y los genízaros se apoderan de aquella ciudad. De allí se origina el bizantinismo como una polémica infinita que impide asumir compromisos con lo urgente.

En Chile por el norte el desierto inunda de arena un tercio del país y la sequía hunde en la pòbreza a la población de oasis, quebradillas y valles y una irresponsable minería envenena las escasas arterias fluviales. En ciudades importantes como Antofagasta se bebe agua con partículas de arsénico. Por el sur contingentes de conscriptos del Ejército de Israel generan un incendio gigantesco de vegetación relictus en la Patagonia. No sólo eso, grupos mapuches con asesoría de la ETA y se presume de las FARC y el PC queman extensiones de bosque nativo.

Tales calamidades -acciones humanas y no trastornos de la naturaleza como sismos y tsunamis- no movilizan a la ciudadanía. Tanto en las cúpulas como en as bases se discute si en los textos escolares el gobierno de Pinochet es "dictadura" o "régimen militar", se alega sobre el sistema electoral -binominalismo o proporcionalidad- y un líder estudiantil invita a debatir temas como si debe permitirse o prohibirse el consumo de marihuana... Nos parecen estas materias puro "bizantinismo" mientras el país se nos muere de deshidratación y por incineración.

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