Texto clave del homenajeado a 5 años de su deceso |
Pareciera apenas ayer y ha transcurrido un lustro. El tiempo se encoge cuando se restriega sobre el corazón una persona, un hecho, una idea. A Guerberof se le tiene en el corazón. Allí se conserva fresco y con la mano extendida. Quizás sea falso aquello que falleciera. Quienes lo conocimos, en variadas escaramuzas, nos parece que está aquí con la sabiduría sin alardes, la comprensión fraterna y la amable sonrisa.De allí la trascendencia de conmemorar el V aniversario de su deceso.
Estando enfermo tuvo la fuerza de erguirse y visitarme. Imposible olvidar el gesto. Siempre anheló extender el FIP más allá de las fronteras de Argentina. De allí su interés por Chile y su cariño por Bolivia. En Caracas -con motivo del bicentenario del natalicio de Bolívar- sorprende al auditorio con su ponencia. Cosecha merecido aplauso. Aun no aparece Chávez en el horizonte y Venezuela padece el partidocratismo. En aquella democracia congelada la voz de Guerbe tuvo el efecto de iluminador relámpago.
Por situaciones deplorables se excluye de ciertas orgánicas partidarias, pero conserva vigente la aversión al socialismo colonial y propone el socialismo criollo. Como creo haberlo manifestado apenas ayer, un soldado muere dos veces, cuando se le paraliza el corazón y cuando lo olvidan sus camaradas de armas. Alberto sobrevive, porque su muerte es sólo un dato biográfico. El espíritu suyo flota sobre nuestro "pequeño ejército loco" que pugna por edificar la Patria Grande.
No hay comentarios:
Publicar un comentario