Se cree encontrar, en Finlandia y Holanda, la fórmula que permita reconstruir la devastada estructura escolar. No hay que sorprenderse. En el siglo pasado el fetiche fue John Dewey y el modelo EEUU. Dudo, eso si, que alguien hubiese analizado prolijamente el texto "Democracia y educación" de tal teórico. En el siglo XIX se calca el modelo francés, inglés y se cierra la centuria con la idolatría del sistema alemán. De ello queda como dato arqueológico aludir al Jardín Infantil como "kinder" que deriva de "kindergarten". Este afán imitativo y la incompetencia de generar una teoría pedagógica autóctona que nutra la docencia pública es un pecado original del cual no es fácil redimirse. Hoy mientras -sin excepción- se juzga la educación como piedra filosofal se vuelca la discusión en la calidad de los que enseñan. En efecto, entre otras fallas, esa es sustantiva.
La carrera de Pedagogía se ha convertido en negocio. Entre más matriculados mejor. Cada uno significa dinero. Leo que el 70% de los candidatos al título de educadores -prebásica, básica y media- ingresan hasta sin PSU o con menos de 500 puntos. Dispongo de autoridad para opinar. Trabajo dos decenios en el Instituto Pedagógico de la U de Ch. Luego de exonerado, en varios cursos "marmicoc" de la UTA y de la UNAP que capacita educadores. Si ya la preparación, en la Casa de Bello, al interior del centenario Instituto Pedagógico, adolece de deficiencias la entregada en estilo week end es escándalosamente mediocre. Los certámenes no se evalúan, las promociones obsequiadas y las tesis son plagios. Las catedráticos están sujetos a honorarios y contratos carecen de continuidad. Requisito clave, acatar.
Los estudios de Pedagogía recoge "lo que bota la ola". Lo explico en mi "Libro negro de nuestra educación". Comento que un error del régimen militar es suprimir las Escuelas Normales que permiten capacitar docentes con genuina vocación. El alumnado de esos planteles es seleccionado e impregnado de mística. Ello permite que, temprano, los graduados ya estén en aula. Obvio, esos planteles no lucran, sino son de servicio del Estado. Ahora,sucursales de las UU montan, en la más remotas aldeas, cursos de Pedagogía. La Prueba Inicia diagnostica que los docentes ignoran la materia que enseñan. Si tal examen fuese obligatorio sportaríamos una sorpresa macabra. El gremio repudia la iniciativa ¿Teme la verdad?. Sus aspiraciones son siempre monetarias. El MINEDUC -coincide- cree que el incremento de recursos vigorizaría el tambaleante sistema escolar. Sin embargo, la clave está en mejorar la profesionalización de los estudiantes de Pedagogía y someter a sistemáticos exámenes a los profesores que prestan servicio. Olvidemos ese "perfeccionamiento" vigente hasta hoy. Es chacota dura, pura y madura.
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