viernes, 7 de marzo de 2014

FELIPE BULNES

General Manuel Prieto
Presidente 1841-1851
Lo designa Piñera, lo aprueba Bachelet y lo elogia el actual canciller. Sociológicamente pertenece a familia -como decía mi abuela- empingorotada. Hoy se dirá ABC1. Dicho de otro modo a la clase aristocrática que monopoliza el poder, el prestigio y el dinero desde la Independencia. Algo  parecido ocurre con los Errázuriz, los Larraín, los Echaurren, los Vial, los Eyzaguirre, los Zañartu, los Walker, los Undurraga y otros clanes cuya hegemonía derivan, principalmente, del triunfo del "peluconaje" en Lircay y Ochagavía (1829). Por temor a perder sus prerrogativas  trituran a  Balmaceda en Concón y Placilla (1891). Ni que hablar de 1973. En esa oportunidad instrumentalizan a las FFAA.

Felipe Bulnes Serrano, recién designado embajador ante la Casa Blanca y en comisión de servicio a La Haya para representar a Chile en litigio con Bolivia, es ex Secretario de Estado en Educación. Desciende, en línea directa, del general Manuel Bulnes Prieto. Este militar encabeza la II Expedición que destruye la Confederación Perú-Boliviana, en Yungay (1839). También está emparentado con Aníbal Pinto, el mandatario que inicia la Guerra del Pacífico (1879) y con Gonzalo Bulnes Pinto redactor de la versión oficial de ambas confrontaciones con las repúblicas vecinas.

Felipe Bulnes
Embajador
Su abuelo el Presidente Juan Luis Sanfuente es quien urde la "guerra de don Ladislao" (1920). Se expresa en movilización de tropas por peligro de ataque de Bolivia y Perú. Tal artimaña apunta a impedir, en las urnas, la victoria de Arturo Alessandri. Menos distante es su padre Francisco Bulnes Sanfuente designado embajador en Lima por Pinochet y juzgado persona no grata por Perú al sospecharse implicancia con espionaje. Luego asesora a la Cancillería y da conferencia sobre la Expedición Libertadora del Perú en que niega el aporte argentino a tal epopeya.

Pareciera injusto negar mérito a un personero por sus ancestros, pero en diplomacia la imagen es factor importante.No sería -por ejemplo- adecuado que Bonn remita, como embajador, a Paris a eventual nieto de Adolfo Hitler o Londres a Buenos Aires un sobrino de la Thatcher... Por otro lado, en las familias la antigua generación transfiere a la joven una interpretación de los hechos del ayer reciente o remoto que perdura en la memoria del clan. El caso del general Krasnof es aleccionador. Vertió todo el odio acumulado por sus antepasados en torturar a allendistas que juzga asesinos de su parentela rusocosaca.

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