sábado, 12 de julio de 2014

ESCUELA Y COLONIAJE MENTAL

Precursor de una escuela nacionalizadora. 
 No menos de tres tipos de alumnos tengo en la Universidad en relación con el tema de la dependencia externa. Uno, lo integran quienes –acorde con lo aprendido en básica y media- creen que me equivoco, porque la Independencia se obtuvo en 1810. Otro, son los “los que oyen, pero no escuchan”“no están ni ahí”. El tercero –quizás por su politización- capta la noción de coloniaje que intento internalizar. No obstante, la visualizan sólo como fenómeno político y económico. Si añado que también abarca lo mental no me entienden. Varios de sus integrantes estiman tal yugo como inexorable por efecto de la globalización. Los tres son fatalistas. La pereza atávica que cargan como mochila les impide siquiera imaginar la posibilidad de revertir situaciones negativas. Juzgan el mundo inmodificable. Lo contemplan con un conformismo que, desde mi perspectiva, parece abominable dado que apenas superan la veintena. Eso de la juventud como “vanguardia del cambio” , al contemplarlos, es un chiste.

Pese a lo anotado, desde el pupitre, sostengo que se vive de espalda a lo nuestro, nos inunda la idolatría por lo yanqui y lo europeo y se anhela la tutoría foránea. Nada de pensar con cabeza propia. “Chile es la copia feliz del Edén” y “Somos los ingleses de América del Sur”... Calcando se opera sobre seguro y se flojea de lo lindo. Se es moderno en la medida que se imita. Con frecuencia se plagia el estuco y no la substancia. Jamás la esencia. Quien opta por el áspero camino de lo original es descalificado. Se le estima un aventurero... salvo que coseche aplausos en París o Nueva York. De ser así: alfombra roja, pues ya obtuvo la luz verde primermundista. Antes anonimato o apenas piedad. La vocación de servidumbre se incuba temprano y es arrolladora.”Nuestras Universidades –anota Roberto Munizaga- están marginadas de la realidad criolla. Exhalan un espíritu arcaico y ajeno que evoca la China de los mandarines y la Rusia de los zares... De sus aulas emerge un patriciado... nutrido de una cultura de evasión”.

A  propósito de la lesbiana que defiende la tuición sobre sus hijas (*). Al margen de la discutida ponencia de “no discriminación a las minorías” y del “respeto a la diversidad”, se consulta a una psicóloga del SENAME sobre la situación. Esta, en vez de indagar en nuestro contexto sociocultural manejando datos empíricos echa mano a Internet y nos entrega conclusiones de una monografía estadounidense como si se tratase de un manojo de verdades inamovibles. Su estrategia burocrática -por lo demás usual en diversas esferas estratégicas- constata el colonato mental. En ciencias exactas y naturales quizás sea inocuo y hasta útil recurrir a lo extranjero. Sin embargo, en ciencias sociales –además de expresar nuestra dependencia- puede avalar un atropello al ethos colectivo, es decir, aportar a la crisis de identidad. Hay responsabilidad de la estructura escolar y desde el “kinder” que, en saludable castellano es “jardín de infantes”, a esa Universidad, como denuncia Martí, dotada de antiparras yanquis y europeas.
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(*)  polémica situación generada por jueza homosexual cuya convivencia estable de naturaleza lésbica la privó de la tuición sobre sus hijas. La diposición judicial ratificada por la Corte Suprema de Justicia origina la protesta de las denomionadas “minorías sexuales”.

1 comentario:

  1. Saludos Compañero,

    Desde que la Organización de Naciones Unidas (ONU) determinó en el 1960 que el coloniaje es un crimen en contra de la humanidad, no hay más necesidad para consultas o plebiscitos. La solución es entregarle a Puerto Rico su soberanía.

    Pero como el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) no quiere hacer eso, ha ignorado las 33 resoluciones de la ONU pidiéndole exactamente eso. EEUU para engañar al mundo que le interesa descolonizar a Puerto Rico, continúa proponiendo plebiscitos para saber lo que quiere los puertorriqueños. Aunque 100% de los puertorriqueños queramos seguir siendo una colonia de Estados Unidos, todavía estaríamos obligado a tomar nuestra soberanía para después decidir que queremos hacer.

    Lo único que sirve estos plebiscitos es para que EEUU divida a los puertorriqueños. Un puertorriqueño no nos invadió para hacernos una colonia. ¿Cuándo nos daremos cuenta que tenemos que unirnos?

    ¡Por eso es que tenemos que protestar pacíficamente por lo menos 3 veces al año hasta que lograr la descolonización de Puerto Rico!

    José M López Sierra
    www.TodosUnidosDescolonizarPR.blogspot.com

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