1. Condoro
“Torpeza grave y vergonzosa”
Desde el 2010 que este chilenismo adorna el diccionario de la RAE. Nadie puede negar que
“condoro” es uno de los términos que más nos llenan de orgullo, porque incorpora a uno de nuestros símbolos patrios y porque ¿quién no se ha mandado uno? El origen de la palabra es incierto, como se explica en este artículo. Yo, fiel penquista, me decanto por la opción que dice que deriva de la creación de mi coterráneo: ¡Pepo, esta va por ti!.
2. Amononar
“Arreglar con esmero”
Seguramente ya la habrás escuchado bastante en estos días, cuando se habla de “amononar” para el 18 la casa, la oficina, la suegra, etc. Personalmente este chilenismo me encanta, porque funciona como un término “políticamente correcto” apto para todo momento.Cuando queremos decir que algo se puede ver más bonito y, al mismo tiempo, evitar herir orgullos, “amononar” funciona como el “bypass” perfecto.
3. Sapear
“Vigilar disimuladamente”
Otra de las palabras agregadas en 2010. Imposible negarlo, el chileno es un fiel adepto al voyerismo y “sapear” es nuestro representante en este departamento. En un flashback hacia mi infancia, recuerdo a un niño que acusaba a mi grupo de haberlo delatado en “las escondidas”. “¡Son sapone! ¡Son sapone!”. Esa derivación aun no llega al diccionario, pero quién sabe, quizá se trataba de un visionario.
4. Charcha
“En lenguaje juvenil, cosa de mala calidad”
A principios de este año, Roxana Miranda calificó al gabinete de Bachelet de “charcha”. Este es un ejemplo del éxito de este chilenismo, que superó sus restricciones etarias iniciales para terminar en el vocabulario de todos los chilenos. En ocasiones le agregamos de nuestra cosecha personal, como mi mamá y su “charchelli”.
5. Pituto
"Trabajo ocasional, económicamente conveniente, que se simultánea con uno estable y que carece de ntrato oficial”
En ocasiones, un inocente trabajo adicional; en otras, el nepotismo a la chilena, “pituto” es una de las palabras endémicas de nuestro país que simplemente no podríamos reemplazar con otra.
6. Copuchento
“Divulgador de noticias exageradas, que abulta las cosas”
¡Qué sería de nuestras vidas sin “la vieja copuchenta”! Infaltable en cualquier barrio y grupo de amigos, el copuchento encarna el espíritu curioso e hiperbólico del chileno.
7. Colorín
“Pelirrojo”
Puede que no sean tan abundantes como los “negros” o los “flacos” del país, aun así los “colorines” han tenido un papel determinante en nuestra historia. O'Higgins es uno de ellos ¿cómo iba a faltar en el DRAE? “Colorín” fue aprobado por la Academia en 1969.
8. Cuico
“Forastero (que es o viene de fuera)”
Sorprende que “cuico” sea parte del DRAE desde hace varias décadas. Lo curioso es que antiguamente el significado era muy distinto. En su libro de 1973 “Estudios sobre Vocabulario”, Pedro Lira Urquieta menciona que “cuico” hace referencia a la persona originaria de Bolivia. El significado cambió a “forastero” y de ahí, posiblemente, deriva a "pituco", "paltón"..
9. Fome
“Aburrido, sin gracia”
“Fome” está tan arraigado en nuestro vocabulario, que muchos no saben que se trata de un producto 100% nacional. Su origen es incierto. Según el mismo libro de Pedro Lira Urquieta, el término apareció en nuestro vocabulario ¡hace cerca de 100 años!
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