sábado, 18 de octubre de 2014

GUNGA DIN

Una publicación evoca el film "Gunga Din".  El personaje es  un hindú  que     actúa contra su país favoreciendo a los británicos. Es uno de los clásicos del cine de los 40 y esta basado en un texto de Rudyard Kipling. Constituye una apología al colonialismo en la India. Los esfuerzos primermundistas legitimadores de su política expansiva cubren el 7º arte. Imposible no referirse a la serie "Beau Geste" y hasta a Tarzán, sin olvidar las infinitas películas de vaqueros del Far West. En estas el héroe -"jovencito" en la jerga chilensis- es un cowboy rubio, alto y ojos azules que asesina pieles rojas como si fuesen ovejas y de yapa humilla a mexicanos.

Escena de pelicula. Vean la distancia entre el héroe
occidental y el hindú juzgado un adefesio.
Las historieta –también conocidas como “comics”- incluyen mensajes glorificadores del colonialismo. Quienes aprendimos a leer en la popular revista "Peneca" recordamos      las aventuras de Hamid, el sheik. Es un moro que opera –seguramente en Marruecos- como vendepatria apoyando, contra su pueblo, a la Legión Extranjera. Nuevamente la  dicotomía sarmientina "civilización o barbarie". La civilización es Europa-EEUU y la barbarie el III mundo. Jamás, en mis docentes, en su mayoría, "progres", oí reacciones contra este sutil, pero penetrante coloniaje cultural legitimador de la agresión de las megapotencias hoy contra Irak, Afganistán o Cuba y apenas ayer contra Panamá, Argentina o Granada.

Las fuerzas  contestatarias  del  siglo XX -concluyo- adolecieron de debilidad en el    ámbito de  la cultura. Denunciaron a los imperialismos en la esfera fáctica (militar, económica y  política),   pero dejaron al garete el plano de la conciencia y la sensibilidad. No operaron  en  esa esfera. Olvidaron que  la  guerra  se  gana  no  sólo  en  el  ruedo  de  la  lid, sino  en   la  testa  y  el  corazón  de las muchedumbres.  Tal  vez  esto  explique  nuestra  permeabilidad  a los  enfoques  de  Washington, Londres, París, Moscú y la reticencia a comprender la justicia que asiste a pueblos tercermundistas. En el XXX aniversario de la victoria de Vietnam sobre EEUU y de Argelia sobre Francia es conveniente insistir en este punto de vista.

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