Si alguien quiere visitar Mendoza y rumbea a Valparaíso –no cabe duda– es un psicótico. Algo parecido se piensa, al finalizar el siglo XV, de un marino de origen desconocido que ofrece a la Corona de la España recién integrada llegar al Oriente navegando al Occidente.
Los teólogos del Episcopado peninsular y los catedráticos de la Universidad de Salamanca rechazan tamaña extravagancia. El quid de la tesis colombina se fundamenta en la convicción -muy discretamente expresada- que el planeta no es plano, sino esférico.
Con ello antagoniza con todo lo enseñado y todo lo aprendido hasta ese instante. El Nuevo Mundo –eso si– no estuvo en su plan. Cree que ha recalado en Asia –conocida como las Indias– entonces emporio de las especias.
De su convicción que había recalado en el litoral japonés y chino deriva que a los primitivos habitantes bautize como "indios", Con ello usurpa el gentilicio propio -entonces- de los asiáticos y hoy de los habitantes de la patria de Gandhi e Indira.
El 12.10.1492 es premio al genio Colón y a la intuición de Isabel. En tal fecha se funda nuestra megapatria. Aquí se emulsionan cepas ibéricas, aborígenes y afronegras. No es el Descubrimiento o el Encuentro, sino la Fusión de Tres Mundos
Ignorarlo es torpeza. Repudiarla, racismo. Creer que nuestra Historia comienza en 1810, aguda miopía. Insistimos: el Día de Hispanidad es Fiesta de nuestra Raza. Suprimirla como lo hacen Chávez y Cristina, respectivamente, es contrabolivariano y antiperonista.
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