No son pocos aquellos que estiman cómo el único monumento ultrajado es el eregido en homenaje al general Baquedano. Se equivocan. Por ejemplo, la piedra tallada exaltadora de Antonia Tarragó e Isabel Le Brun está aun hoy mancillada por la brocha de aquellos delincuentes que asolaron los viernes de noche la Capital. Además añado a los atropellos vandálicos el que afecta a Balmaceda.
Ambas ilustres docentes son precursoras del combate por los derechos cívicos femeninos. A mediados del XIX permiten la apertura de la mujer a los planteles de educación media. El Presidente mártir es el primero en promover la nacionalización del salitre y se empeña en convertir Chile en país industrial. Los depravados que los agravian ahora reciben el apoyo de politiqueros. Estos bregan por anmitiarlos de tales delitos.