viernes, 11 de septiembre de 2009

EN TORNO AL "18"

El Bicentenario es hispanoamericano y no sólo chileno. Conmemora la inquietud cabildal y el movimiento juntista que cubre de Buenos Aires y Santiago a México. Implica una explosión de fidelidad a la Corona. La Península está ocupada por las tropas del Imperio francés y cautivos el rey Carlos IV y el príncipe Fernando VII. En ese momento los provincias ultramarinas de España desconocen a un monarca impuesto por París y se proclaman leales a la Casa de Borbón. Las noticias estimulan a las clanes adineradas del Nuevo Mundo, es decir, a los españoles indianos a convocar Cabildos Abiertos. De ellos brotan Juntas de Gobierno. Eso de apellidarlas "nacionales" es un artilugio historiográfico.

El quiebre del Imperio, es decir, la Independencia vendrá poco después. Esas mismas familias, aunque ya en el Trono Fernando VIII, desconocen la tutela de Madrid. Optan por la autodeterminación. Legitiman el separatismo describiendo como opresiva la Colonia, elogiando el pasado aborigen y sembrando fobia a lo español. Aquello es extravagante porque son españolas y privilegiadas durante los tres siglos ibéricos. Contrariamente, indígenas -así como mestizos- están ajenos al conflicto. Aquel grupo -después oligarquía- estima cada comarca que controla una "nación". En ella se organiza una sociedad en que -hasta hoy- es la clase dominante.

El cuerpo políticoinstitucional fundado por Carlos V y Felipe II queda reducido a escombros. Sus habitantes pasan de súbditos a ciudadanos, pero se les estrecha el horizonte al entorno inmediato. Ante el alud desmembrador nada pueden los esfuerzos de algunos libertadores en orden a conservar la integridad. El desmenuzamiento es agresivo y sus efectos los padecemos hoy con repúblicas dotadas de soberanía raquítica, gobernabilidad precaria y económicamente pobres y con colosales desigualades. Tal fisión asume contornos trágicos en Centroamérica. Hoy el indigenismo alude a 513 "naciones". Excolonias con un potencial demográfico mínimo se proclaman, como Belice y Surinam, "naciones".

Quienes creen que Chile nace el 18 de septiembre de 1810 con una ramada como pesebre, bautizado con "pipeño" y asistido por el obstreta Toro y Zambrano se equivocan. Nuestro país en esa fecha ya es adulto. Ha sido "inventado" en 1536-7 por Almagro, comenzado a edificar en 1541 por Validivia y bautizado por Ercilla. Los primeros chilenos son producto del mestizaje entre los que llegan y las que están. Manifestar ésto y lo otro no es grato. Supone "desaprender" lo ya aprendido y eso implica sacrificio. Sin embargo, el compromiso académico es enseñar lo que sabemos, aunque nos "premien" con cicuta.



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