Los hay uniformados, Son conocidos. Sin embargo, existen también héroes civiles. Brotan en la ciencia, la ingeniería, la enseñanza... ¿pero héroes estudiantiles?,,, también. En el XIX cabe recordar a Manuel Dorrego. Es alumno trasandino de Derecho en la muy santiaguina Real Universidad de San Felipe. Interviene en el proceso de la emancipación. Destaca en organizar el Cabildo Abierto que antecede a la Junta, en trasladar tropas criollas a Mendoza y en desbaratar el conato de golpe de Estado monarquista del coronel Tomás de Figueroa.
El XX ostenta otro héroe estudiantil en Medicina: Marcos Macuada. Siendo alumno de la Universidad de Chile se enrola como voluntario en las brigadas de facultativos movilizados a Tarapacá para combatir la fiebre amarilla. Exhibe fervor misionero. Contrae la funesta enfermedad. Fallece en la tarea. Sus restos, en medio de la admiración ciudadana, regresan a su natal Ovalle. El título de médico le es conferido postmortem y la FECH le rinde homenaje. Ambos personajes debieran merecer, al menos, una mención de Camila y de Boric.
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