martes, 11 de abril de 2017

BULLYNG

Episodios de bullying "terremotean" a la estructura escolar.         Un picnic scoutivo de colegio viñamarino registra un alumno moribundo por paliza de sus pares. Un niño de 7 años arrojado, por pandilla, sobre galería de su plantel termina con cortes de gravedad...      Ahora -en el San Ignacio- un alumno de Básica intenta suicidarse por sostenida burla.       Causa: madre  soltera.

Es fácil expresar la frase "la violencia propia de nuestro tiempo irrumpe en la escuela".  Es decir todo y no decir nada. Estamos ante un discurso que permite barrer la basura bajo la  alfombra. El MINEDUC anuncia que situaciones de este tipo pasarán a la Justicia. Ello es entregar a los jueces responsabilidad privativa de los docentes. Estos son ignorados y con razón porque hoy el educador se restringe a "pasar" su materia.  

No existe el compromiso de observar al alumnado supervisando comportamientos en el patio con el propósito de rectificar conductas... Cabe preguntarse ¿por qué?, pues por la demolición de la disciplina. Ello convierte el aula en "chacra" y el    establecimiento en un buque en pleno naufragio o        con la  tripulación amotinada. Funcionarios y sostenedores    camuflan la catástrofe. Sin embargo, lo cierto es que el  magisterio hoy está despojado de atribuciones y el      relativismo moral carcome los cimientos del    quehacer educativo. Esto nadie lo denuncia.

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