jueves, 25 de febrero de 2010

¡HASTA CUANDO!


Fidel y Raúl encabezan un régimen que promete -en 1959- el humanismo martiano y una democracia social. Hoy Cuba es una república totalitaria -monopartidista y policíaca- equivalente a Norcorea. Imposible negar que fuimos con varios otros- antes que se subieran al carro los stalinianos devotos "fidelistas". La Generación del Sesquicentenario o Generación del 60 -no confundir con la del 50 eminentemente literaria y encabezada, entre otros, por Enrique Lafourcade- se identifica con La Habana del MR26. Después aquello se marchita y vira a Moscú con su ortodoxia marxista. Hoy nos entrega como mártir de los DDHH vulnerados a Orlando Zapata Tamayo. No somos "gusanos" ni agentes de la CIA, pero tampoco comunistas. Por ende, exigimos en la Isla excarcelación de los presos políticos, fin del exilio y plebiscito equivalente al efectuado en Chile en 1988.

jueves, 18 de febrero de 2010

HIJOS DE TIGRE


Francisco Antonio Pinto gobierna de 1827 a 1829. Aníbal, su hijo, también de 1876 a 1881. Errázuriz es otro apellido que invita al equivoco. Progenitor y retoño se llaman Federico. Uno es Errázuriz Zañartu (1871-1876). Su vástago Errázuriz Echaurren (1896-1901). Manuel Montt representa uno de los cuatro decenios (1851-1861). Su hijo Pedro será mandatario en pleno parlamentarismo (1906-1910). Jorge Montt, aquel marino que vence a Balmaceda, al parecer no es pariente. Será jefe del Estado (1891-1896).

En el siglo XX hay complicaciones con Alessandri. Uno, Arturo es el padre. El grado de dificultad se eleva, pues registra dos mandatos 1920-1925 y 1932-1938. Su hijo Jorge también es Presidente de la República (1958-1964). Eduardo Frei Montalva (1964-1970) y su hijo también Eduardo, ocupan el solio de O´Higgins ( 1994-2000). Carlos Ibáñez del Campo ocupa La Moneda en dos oportunidades (1927-1932) y (1952-1958). Contra lo imaginado Diego Portales jamás se tercia la banda.

¿POR QUE CHILE SE LLAMA CHILE?



No hay respuesta cierta, apenas hipótesis. Sin embargo, la estrecha comarca apretujada entre el Pacifico y el macizo andino se conoce como Chile con Almagro. Sus camaradas son “los de Chile”. Los mismos conquistadores desdeñan los nombres oficiales “Nueva Toledo” o “Nueva Extremadura”. Se quedan con el término aborigen: “Chile”. De allí se deduce que los primeros “chilenos” son los almagristas. Ercilla es quien bautiza al país, de modo oficial, en “La Araucana”.


“Chile” significa en quechua “paraje grato” algo así como “lo mero principal”, usando la expresión mexicana. En aymará es “zona remota y fría”. Un cronista lo atribuye al trinar de un pájaro y otro al apodo de un cacique del valle de Aconcagua. Sea como fuere el vocablo trae consigo el sello del mestizaje porque es aborigen su substancia y española su conversión en nombre de una Patria que, a través de siglos, ha sido primero Capitanía General, luego Reino y ahora Republica.

PROPUESTA: 18 x 21


Las propuestas que, con frecuencia, adquieren notoriedad y originan debate, son aquellas que emanan de parlamentarios. Ahora recuerdo dos. Una, suprimir el lema del escudo patrio. Sería prepotente. Otra, legalizar venta y consumo de drogas "blandas”. Desde el mundo académico, específicamente historiográfico, una sugerencia. Cada 21 de mayo –fecha que recuerda una confrontación fratricida- el Presidente de la República acude al Congreso Nacional a informar. Se propone que tal evento sea el 18 de septiembre. Evoca la emancipación, proceso que asocia a nuestras patrias. Es festejo de concordia. La otra, quierase o no, conmemora choque armado con un país fraterno. Lo anotado está en el contexto de la necesidad de reconciliación respecto a una patria con la cual Chile estuvo, hace 120 años, en guerra.

miércoles, 17 de febrero de 2010

LAURA VICUÑA: ANEXO PARA ARGENTINOS (*)


1º Vicuña es un apellido vasco. Corresponde, en línea, a inmigrante de esa región domiciliado aquí en el siglo XVIII. No es un linajes de la Conquista. Estos se originan en el XVI y XVII, sino a inmigrantes tardíos ligados a lo mercantil y ajenos a la epopeya hispanizadora. El enriquecimiento les permite adquirir blasones y ubicarse en la cúpula de la pirámide.
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2º Representantes -entre otros- son Pedro Félix Vicuña impulsor del periodismo, Benjamín Vicuña Mackenna periodista, historiador y político, Claudio Vicuña que es el delfín de Balmaceda y, por ende, víctima de persecución por quienes triunfan en Concón y Placilla.
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3º Integrante de ese clan es José Domingo Vicuña, presumiblemente oficial de Ejército, que por filiación balmacedista, huye a Argentina radicándose en Neuquén. Cásase en Santiago con Mercedes Pino -entonces juzgada "plebeya" o "patipelada"- y de dicho cuestionado enlace nace Laura.

4º Vicuña, como apellido, no posee conexión con el camélido andino del mismo nombre. Junto con la llama y la alpaca constituyen la masa ganadera del Incanato. Se ignora el por qué de esa coincidencia.

5º La beata exhibe dos apellidos lo cual no es frecuente en Argentina donde prevalece sólo el paterno. Por otro lado, al menos en Chile, Pino no es apellido aristocrático, sino popular, es decir, "picante", propio de vuestros "cabecitas negras" o "grasas". Uso esas dos categorías sociológicas trasandinas para lograr una mejor comprensión de los lectores de órgano de prensa bonarense.

6º La sociedad chilena es hiperestratificada. Posee un vértice superior blanco donde el componente indígena es mínimo. Tanto el faldeo como la base de la pirámide es morenoide. Una ensanchada clase media a su vez subdividida en varias capas es campo de emulsionamiento de un mestizaje aun no concluido. En la época de Balmaceda la mesocracia posee espesor mínimo. Entonces se le define como un "conglomerado de los de arriba venidos a menos y los de abajo venidos a más". Es posible hipotetizar que Laura Vicuña Pino sea un producto de ese empalme.

7º El eurocentrismo -prolijamente estudiado por el Prof. Bauer (UN de Córdoba)- facilita la difusión de retrato de Laura como elegante "gringa" adolescente. Se falsifica así la estampa y la edad.

8º El clasismo -tan ligado al racismo- permite durante casi un siglo omitir el apellido Pino. Obvio, Vicuña "viste" y Pino es apellido propio del "perraje", es decir, de la clase baja que es sólo fuerza de trabajo, masa sufragante y, en situación de guerra, "carne de cañón".
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(*) Este es un apéndice a nota ya publicada en blog atingente al personaje. Se redacta a solicitud de revista del exterior.

lunes, 15 de febrero de 2010

RIVERO Y VILLA


Con motivo de la guerra de Malvinas se evoca a Antonio Rivero quien -mediante porfiada guerrilla- resiste en 1833 la invasión británica. Al liberarse en 1982, los tres archipiélagos del Atlántico austral, Puerto Stanley se rebautiza Puerto Rivero. El homenaje es fugaz, porque luego se oficializa el nombre Puerto Argentino. Hay una historia encubierta. El rescate del personaje supone abrirse paso en medio de la maleza de la colonización cultural. Este fenómeno contranacional implica autoestima disminuida o deformada, dicho de otro modo, un complejo de inferioridad. Ello implica ignorar protagonistas como el señalado o presentarlo de modo marginal como "ovejero malandra".

Situación similar ocurre con Francisco Villa. Nuestro catedrático de Historia de América en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional lo definía como "bandolero analfabeto". Ya en 1956 hubo quienes -desde la butaca estudiantil- expusimos opinión discrepante. Después supimos, era asesor de la Ford Fundation y titular del directorio del Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura... Igual como se oculta, menosprecia o ignora al gaucho partisano, desde el pupitre, aquel académico vulneraba la memoria de un héroe de la Revolución Mexicana. Hubo, sin embargo, quienes rectificamos tal enfoque autodenigratorio. Estabamos -por intuición- en la guerra por nuestra identidad.

viernes, 12 de febrero de 2010

LA AUTENTICA BEATA LAURA VICUÑA PINO




Hay conmoción. Laura Vicuña no sólo posee como segundo apellido Pino, sino también es muy distinta al retrato oficial. Este como una "señorita" blanca, de perfil caucásico, ojos celestes... El resto se lo imagina el lector: una niña "bien" que son conocidas como "pilolais" -antaño "pitucas" o "jaibonas"- son retoños de la clase alta. Copan las páginas de la sección denominada "vida social" de El Mercurio. Aquellas entre las cuales se reclutan las Miss, las animadoras de TV y las modelos. Sin embargo, "salta la liebre" y se verifica que tales rasgos europeos que nuestro pueblo -por efecto de la colonización cultural- juzga "elegantes", "finos" y "bellos" por ser europeos no corresponden a lo cierto. De Junín de los Andes donde es alumna del Colegio María Auxiliadora llegan fotografías. En ellas está nuestra América con los rasgos criollos que evidencian nuestro mestizaje. Labios gruesos, boca ancha, pelo retinto, ojos tirantes -"achinados"- y negros, pigmento morenoide, vestuario modesto de alumna y apenas una niña. No olvidemos fallece a los 12 años.


Desde otro ángulo a Laura se atribuyen milagros y es venerada por la religiosidad popular igual que Ceferino Namuncura y la Difunta Correa son símbolos de la unidad chilenoargentina. Laura nace en Chile, vive y fallece en Argentina. Es posible que su padre sea un refugiado político que escapa de la contrarrevolución de 1891 aquella que tumba al Presidente Balmaceda. Debemos congratular al sacerdote Ciro Bruña por investigación. Esta permite el rescate de fotos de la beata y reelaborar su biografía. Otro prelado, Pedro de la Noi le reconoce mérito y expresa "ahora tenemos la imagen exacta de una niña latinoamericana". Se ha impuesto lo verídico por sobre ese afán europeizante. Afán que internaliza, en miles de litografías, un Jesucristo con facha de anglosajón y una María blancoide. Sin embargo, es nuestra fe popular la que autoctoniza las imágenes y la Virgen de Guadalupe así como la de Andacollo son morochas. Con ello se acercan al genotipo semítico que efectivamente tuvieron.


La guerra cultural por la liberación de nuestra América obliga no sólo a nacionalizar la economía -por ejemplo, petróleo o cobre-, no sólo nacionalizar la política -v.gr. reducir o suprimir el influjo de las potencias hegemónicas-, sino también nacionalizar la cultura. Este frente ha sido descuidado en parte por ignorancia y en no pequeña medida por la incapacidad -salvo la excepción de Haya y Ramos- de nacionalizar determinadas teorías políticas proveniente del Viejo Mundo o generar otras con sello propio. La estructura académica -pese a los enjuiciamientos de Simón Rodríguez y de José Martí- continúa siendo, porfiadamente, descastadora. Mayor daño hace la TV. De allí la trascendencia simbólica que posee el rescate de la verdadera Laura Vicuña Pino -medularmente nacional y popular- a quien se despoja de la postiza estampa de adolescente euroelegante y hoy resurge, tal cual fue, una niña criolla a la cual el mundo creyente popular juzga orlada de la santidad.

lunes, 8 de febrero de 2010

HAYA Y LA POLITOLOGIA CRIOLLA



“El antimperialismo y el APRA” de Víctor Raúl Haya de la Torre es un clásico de nuestra politología. Cuando digo “nuestra”, obvio, aludo a Iberoamérica concebida como Patria Común. Constituye tal texto un desmentido rotundo a quienes, ubicados en la barricada herodiana, proclaman que padecemos de esterilidad doctrinaria. Tal denuncia la formulan para legitimar plagios de teorías exóticas y trasplante de experiencias forasteras. Estas –a veces- en las remotas patrias donde son engendradas ya han sido superadas por la bullente realidad. Otra carga negativa es que contribuyen a vulnerar el ethos nativo acentuando un proceso desnacionalizador que favorece la penetración imperialista.

La obra brilla con luz propia pese a los virajes del autor y las volteretas de quien hoy se proclama discípulo y es Presidente del Perú. Pocas veces un volumen reducido en páginas contiene tan alto número de enfoques originales, de interpretaciones lúcidas y anticipaciones atrevidas. Se publica en Santiago de Chile en 1936. Hasta entonces la nación iberoamericana carecía de una teoría orgánica de la unidad de la veintena de repúblicas provincianas. A estos –como se sabe- la miopía de las oligarquías lugareñas y la codicia metropolitana precipitaron al desmembramiento, la pobreza y la desidentificación. El autor rescata el programa de los libertadores y proporciona textura de militancia a las intuiciones de José Vasconcelos y a las precursoras tesis de Manuel Ugarte así como a la insurgencia reformista de la Universidad Nacional de Córdoba.

Hay quienes juzgan añejo el texto. Estiman que 1936 es el paleolítico. Estiman pasados de moda incluso a Laski, Popper y Marcuse. Habrá que extirparles el snobismo manifestándoles que “La República” de Platón” es del siglo V aC, Tomás de Aquino teoriza en el XIII, Maquiavelo en el XVI, en el XVIII Smith, en el XIX Marx igual que León XIII. Son los mismos que pese a proclamarse “tomistas” o “neotomistas”, “nacionalistas”, "liberales", "marxistas" o “socialcristianos” estiman que Bolívar es sólo un militar. Como tal incapaz de generar doctrina política. Posee dos factores adversos: uno, es del ayer y no "moderno". Eso se disculpa sólo a los “clásicos” anotados. El otro, es venezolano y la politología para los cipayos sólo puede florecer en el Viejo Mundo y constituir para el Nuevo artículo importado.

“El antiimperialismo y el APRA” ha sido vivero fecundo de ideas y actitudes desplazadas a través de canales diversos. Es cierto que su autor animó la iniciativa de constituir Partidos Apristas en cada república. En los 30 se organiza el APRA cubano cuyo órgano de expresión es la revista “Atuey”, en Chile influye sobre el PS a través de Eugenio Matte Hurtado y también se funda el APRA argentino. Sin embargo, –por motivos que se ignoran- Haya y su entourage opta por vigorizar sólo el Partido Aprista Peruano. Las tácticas para alcanzar el poder van de la revolución popular al complot castrense pasando por procesos electorales en que siempre la oligarquía le birla la victoria. Con Alán García llega a Casa de Pizarro, pero ya es una caricatura. Un abismo separa a Gorbachof de Lenín, a Chiang Kai Shek de Sun Yan Sen. Igual ocurre ente el I Víctor Raúl y el Alán de hoy.

El aprismo si bien en lo político institucional se repliega a lo exclusivamente peruano en lo ideológico influye poderosamente. Sin duda, sus tesis palpitan la guerrilla de Sandino, en la 3ª Posición de Perón que intenta cristalizar en el ABC y en los EEUU andinoplatenses, en el arevalismo que impulsa la integración de Centroamérica, en los postulados primigenios de la revolución que impulsa el MNR en Bolivia, en el elán bolivarista del fidelismo de la hora prima, en la pugna de la Legión del Caribe contra los déspotas locales, en el impulso dado por Eduardo Frei Montalva al Pacto Andino antes que lo sedujera Kennedy y lo abrumara el vuelco de La Habana a un marxismo extranjero, en las obras –entre otros- de Joaquín Edwards Bello y Felipe Herrera...

Haya siempre reivindica los afluentes nativos que generan sus textos perdurables y su otrora pujante movimiento. Maneja una frase que cito de memoria: el APRA posee un Padre: el México revolucionario; una Madre: la Córdoba insurgente de 1918 y el Espiritu Santo que emana del solemne Cuzco, corazón del Incanato. De los dos primeras fuentes proviene la vocación bolivariana –Haya prefiere manifestar “indoamericana”- y de la alusión a lo incaico deriva la utopía de un mundo con justicia social y vocación continentalizadora. De esto derivan no pocos analistas una vertiente indigenista. Sin duda la hubo, pero también se exalta lo afro, lo asiático y lo hispano. En lo racial, promociona la mestizofilia.

En lo sociológico se opone al monoclasismo que, como dogma, impone la COMINTERN. Sostiene: “Los países nuestros son preindustriales. El proletariado fabril a la europea, inexistente. Las muchedumbres campesinas constituyen latente fuerza revolucionaria y en las capas medias se reclutan líderes del proceso libertador. En consecuencia el APRA es tan multirracial como policlasista”. Tempranamente Haya rechaza la tutoría del Kremlin. Difunde la consigna “¡Ni Washington ni Moscú, sólo el APRA salvará al Perú!”. Con ello se anticipa a Tito, Mao o Togliatti y, por cierto, al tardío eurocomunismo de Berlinger, Marchais y Carrillo. Cosecha la acusación de "socialfascista" con que también se etiqueta al PS de Chile encabezado por el coronel Marmaduqe Grove. Es el momento en que la excomunión de los sovietólatras se expresa en el opúsculo “¿Qué es el ARPA?” de Julio Antonio Mella.

Al exaltar el Tahuantinsuyo los adversarios creen ver la misma inspiración de Mussolini respecto a la Roma imperial. En la milicia aprista –apodados “búfalos”- imaginan “camisas pardas”. En la estructura piramidal, verticalista y compartimentada sostienen se esconde el totalitarismo. El mismo Jorge A, Ramos –no sin ocultar simpatía- aludía al stalinismo incaico que representara el autor de “El antimperialismo y el APRA”. Este logra –algo poco frecuente- ser, de modo simultáneo, ideólogo y conductor de masas. El deterioro de su doctrina comienza con su deceso en 1979. No obstrante, ya durante la II Guerra Mundial se desplaza a una postura “aliadófila”. Argumenta: cooperar con la victoria de las democracias sobre el nazifascismo. Luego se adscribe a la II Internacional y el PAP se hace socialdemócrata. Alán García administra aquella "cuesta abajo la rodada” .

Al cumplirse el centenario del estallido de la Guerra del Pacífico, en 1979, CEDECH proclama a Víctor Raúl postulante al Premio Nobel de la Paz. Sin duda una manifestación opositora no armada contra el régimen del general Pinochet. Simultáneamente, no sin sacrificios pecuniarios y dificultades con la censura, se reedita la obra magna que comentamos. Recuerdo que se hizo un canje semiclandestino de cien ejemplares que viajan a Buenos Aires y la retribución son cien de “Historia de la nación latinoamericana” editada por Peña y Lillo. Mientras “El antimperialismo y el APRA” –hoy- continúa resplandeciente, la estructura partidaria generada con tanta creatividad por Haya apenas si respira asfixiada en el sarcófago de una democracia inspirada por el modelo neoliberal.