lunes, 13 de junio de 2016

POINSSET Y EL IMPERIALISMO

Los que estudian Historia de Chile -al "aterrizar" en la Independencia- tropiezan con Robert Joel Ponsset (1779-1851). El manual lo presenta como "el primer diplomático de EEUU acreditado en el país". Se añade "su influjo implica la promulgación del Reglamento Constitucional (1812)". Tal Carta precipita el quiebre entre Santiago y Madrid y malquista al Poder Ejecutivo con la Iglesia al omitir el adjetivo "romana" para referirse a la religión del país. Se omite que lo redacta este agente extranjero que además interviene en la política interna, diseña la bandera carrerina y el primer escudo. Se liga a los "exaltados" que son los insurgentes "ultras". No sólo eso también, participa de las refriegas bélicas de la Patria Vieja. El general José Miguel Carrera -por su padrinazgo- ingresa a la masonería. El rito de iniciación se efectúa en Baltimore (1816). Ello explica que la CIA de entonces y empresarios estadounidenses lo apoyen con barcos, personal y pertrechos, después del desastre de Rancagua.

Poinsset por su familia de origen posee antecedentes calvinistas, es decir, protestantes. Lo anima la fobia al catolicismo y a España. Después de su experiencia austral es designado agente en México por el Presidente Monroe. Allí presiona al Imperio organizado por el general Agustín de Iturbide. Ello para que México venda a EEUU su provincia de Tejas. La meta de la Casa Blanca es anexar no sólo esa comarca hoy rica en ganadería y petróleo, sino también Nueva México, Colorado, Arizona y California. Es la política del "destino manifiesto" que apunta a trasformar aquella república apenas una franja de suelo constreñido entre los Apalaches y el Atlántico en una país bioceánico que desde 1898 es el Coloso del Norte. En esa tarea se empeña este "diplomático" angloamericano que, por ignorancia o servidumbre, se reverencia en Chile. Los textos escolares omiten reseñar su intrusiòn  y, en Santiago, una calle ostenta su nombre.

México padece una "guerra fría". Así como entre 1946 y 1990 nuestra América cae bajo el influjo de Washington o Moscú a comienzo del siglo XIX la clase política -siempre incompetente para visualizar un horizonte propio- se torna satélite de Yanquilandia o del Reino Unido. El contrapunto, en México, se expresa a través del choque entre dos facciones. Una anglófila apodada "escocesa" y otra pronorteamericana conocida como "yorkina". La última es fundada por Poinsset usando para ello la masonería del Rito de York. Las tensiones y reyerta cívicas debilitan a otrora Virreinato de Nueva España que fuese el Imperio de Iturbide. Al no cuajar los intentos de comprar Tejas este territorio de secesiona (1835-1836). Los mexicanos deben aceptar esa mutilación. Luego vendrá la guerra entre México y EEUU (1846-1848). Ello significa que pierden la mitad del territorio. Es el producto de la faena pública y  secreta del personaje cuya biografía se reseña.

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