sábado, 5 de septiembre de 2009

EL PRETEXTO...

Se denomina "pretexto", en una confrontación, a cierta facilidad que, a título gratuito y de modo inconciente, se brinda al contrincante. Este -si es hábil- la utiliza de inmediato para potenciar el ataque. No confundamos esta suerte de error con el "diversionismo" que es una pseudo omisión o flaqueza que, de modo premeditado, se obsequia al enemigo para distraer sus fuerzas y contragolpearlo. La torpe maniobra aludida es motivo que permite al enemigo reagruparse, mejorar la correlación de fuerza y hasta derrotar a quien es el antagonista.

En el pasado de proceso revolucionario que se desmoronaba se decía que lo habían "guatemalizando". Quizás la expresión se origine en el derrumbe del régimen de Jacobo Arbenz en Guatemala. Consiste en regalar "pretextos" a la "contra". Ello, principalmente, mediante arengas agresivas que ahuyentan a simpatizantes y empujan a neutrales a posturas opositoras. En eso -y uso la expresión de Perón- son duchos "los apurados de siempre". La empleó el mismo día del triunfo de Pinochet para señalar a los que rebasan el programa inicial de la UP empujando a Allende al barranco.

En la publicidad de Evo y de Zelaya veo muy campante la figura del Che. Se rumorea, cada vez con mayor documentación, por ejemplo, de acciones de Chávez en orden a la dávida de "pretextos". Una, convertir las canchas de golf en terrenos para construir poblaciones destinada a indigentes. Por cierto, el más frecuente es generar -y no esquivar- conflictos con la Iglesia. Se debe manifestar que Allende posee el mérito de cultivar óptimas relaciones con el Episcopado. No así Perón que -empujado por los "apurados de siempre"- tolera vejámenes a prelados y hasta profanación de templos en 1955.

El "pretexto" definido al comenzar esta nota se denomina también "provocación". Conducir un proceso de cambio de arcaicas estructuras que poseen hondas raíces hasta en la cultura exige un manejo muy cauteloso. La gradualidad es denostada como filiación "girondina". Sin embargo, el "jacobinismo" desemboca en el 18 de Brumario. Lo sabemos -hasta la saciedad- los chilenos... Aun no podemos salir a flote del abismo en que nos sumergen los fabricantes de "pretextos", es decir, nuestros "guatemalizadores". ¡Ojo! son los primeros en huir el 11 de septiembre de 1973.

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