viernes, 25 de enero de 2013

CELAC: BALANCE PREVIO



El nacionalismo latinoamericano continúa cual flor de invernadero. Permanece encapsulado en cenáculos. Confesémoslo de una vez: la brega por la Patria Grande no es una causa de masas. No se logra sacarla de esos círculos herméticos o de tertulias de café. Continúa siendo materia de debate académico. Dicho de otro modo Nuestramérica convertida en archipiélago no logra convertir esta idea-fuerza en un sentir, pensar y querer de muchedumbre. El mexicanismo, el hondureñismo, el peruanismo o el chilenismo  cada uno rengo, tuerto y áptero -en el siglo XXI- continúan siendo gasolina de millones. No hay un latinoamericanismo  que sea motivo de aglutinamiento. Ha fallado "una república cátedra" como, en cierto modo, lo fuera -a título de excepción-  el México de  Plutarco Elías Calles que solidariza con Sandino y apoya a Haya de la Torre. Otra es la Argentina peronista con el ABC. Después la Cuba verdeoliva entre 1959 y 1960. Hay se visualiza con esperanza e incertidumbre a la Venezuela chavista. Logra reflotar un Bolívar militante, sin embargo aun es necesaria mayor iluminación. 

Lo cierto -se reitera- esa macroidentidad explicitada en la bandera de la unidad latinoamericana flamea, pro en el alma de pocos. No es lo mismo el arabismo que, aunque registre derrotas transitorias, está allí crepitante en la proclama de Saddam, en el proceso argelino, en el "Libro Verde" de El Khadaffi, en Hezbolá y Hamas. Es cierto que se mezcla con el Islam, pero es innegable que el nacionalismo árabe existe y está vigente. Siempre lo estuvo desde Abd el Kader y Abd el Krim, pero adquiere fuerza política y sustancia doctrinaria con Gamal abd el Nasser. Acá la situación es distinta porque el aparato comunicacional de nuestras oligarquías locales -prensa, escuela, cuartel...- logran estrangular en la cuna cualquier afán por nutrir la tesis bolivariana. Los partidos políticos -sin excepción- son localistas y aquellos que en su momento irradiaron más allá de las fronteras impuestas por las castas dominantes regresaron mansamente a lo doméstico. Hoy el APRA es puramente peruano, así como el PRI sólo mexicano, el PS de Chile apenas chileno y el peronismo un fenómeno unicamente argentino.

Hay entidades organizadas "desde arriba" como el Sistema Económico Lationoamericano SELA. Antes el Mercado Común Centroamericano MCCA. En Grupo Andino GRAN y el Mercado Común del Sur MERCOSUR  y las recientes Alternativa Bolivariana de América ALBA y UNASUR... La nómina está incompleta, pero poseen un común denominador: además de generar una burocracia de alto coturno su mayor debilidad es que no movilizan a la ciudadanía y sus frutos son magros. Ello genera el desencanto. Este fenómeno psicosocial también identificable como excepcismo colectivo lo legitiman las clases dominantes localesa a través de sus secuaces que manejan las comunicaciones y las aulas. La misma expresión "americanismo" es una invitación al desconcierto porque incluye a canadienses y estadounidenses. Peor, referirse al "sueño de Bolívar y no al "proyecto de Bolívar". Ello entrega -de modo inconciente- la sensación de quimera a la meta que nutre el meganacionalismo motivador del presente arqueo destinado a analizar al CELAC.

Dicho de otro modo, esos esfuerzos parecen estériles. Sin embargo -además del ABC y del elan vital del estallido verdeoliva- hubo esperanza cierta al fundarse la Conferencia Episcopal Latinoamericana CELAM. En los prolegómenos del III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano circula el Documento de Consulta de Medellín. El evento se efectúa en 1979 en  México. Esa certidumbre que motiva a CEDECH a publicar el texto "Carta a Puebla" tiende a debilitarse. Otro factor que gravita negativamente es el reflorecer del indigenismo. Tal hecho empuja  la atomización a nuestras repúblicas. En ese contexto la noción de Patria Grande no encuentra acogida. La única esperanza es Caracas. Interesa saber qué ocurre con el TELESUR, saber de la orientación de ese sello editor programado por Caracas,  cómo opera el anillo energético propuesto por Chávez y sobre todo si en Miraflores gravitarán Heinz Dietrich Steffan y Marta Harnecker o tendrán vigencia las tesis Bolívar, Rodríguez, Abreu de Lima que son las de Ugarte, Ramos y Perón.    

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