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País se define como territorio. Estado es una estructura políticoinstitucional. Patria, sentimiento de pertenencia a un terruño. Nación es conglomerado con comunidad etnocultural. Estamos ante cuatro conceptos, respectivamente, geográfico, jurídico, psicológico y sociológico. Se tolera su uso como sinónimos solo como licencia literaria, pero resulta penoso e invita al desconcierto fusionarlos. Esa mezcolanza "sin pies ni cabeza" nos precipita al lóbrego laberinto en que se encapsulan Santander, Páez, Flores, Castilla o Portales. Estos personeros -después de la Independencia- desmenuzan, es decir, "balcanizan" nuestra América.
Si se concuerda con el concepto de nación tal cual lo defino se puede concluir que las tres fronteras de Chile son interestatales y no internacionales. Así también se modifica la naturaleza de las confrontaciones armadas con Perú y Bolivia. Entonces sólo tendría legitimidad el nacionalismo iberoamericano, pues si bien hay 20 p
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Desaprender aquello de que "el Estado es la nación jurídicamente organizada" es tarea difícil. Tampoco es fácil aprender el concepto sociológico de nación como núcleo dotado de común sangre y cultura con una macroidentidad. Ello es clave en la operación rescate de un "posto sotto il sole" para 20 colectividades -por ahora- afectadas de etnocentrismo respecto a la república vecina y de complejo de inferioridad frente a las megapotencias. La acción integradora debe examinar estos enfoques. Los académicos hipnotizados por lo foráneo o intoxicados de patriotería aún no asumen la tarea, menos los políticos enfermos crónicos de "candidatosis".
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