lunes, 29 de abril de 2013

1879: LA GUERRA ANGLOCHILENA:



Escribe: César Vásquez Bazán
Mapa de las riquezas de salitre del desierto de Atacama (Bolivia) publicado en 1877 por el ingeniero inglés Josiah Harding en la revista londinense Journal of the Royal Geographical Society
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“La Confederación [Perú-Boliviana] debe desaparecer para siempre jamás del escenario de América. Por su extensión geográfica; por su mayor población blanca; por las riquezas conjuntas del Perú y Bolivia, apenas explotadas ahora; por el dominio que la nueva organización traería de ejercer en el Pacifico, arrebatándonoslo; por el mayor número también de la gente ilustrada de la raza blanca, muy vinculada a las familias de influjo de España que se encuentran en Lima; por la mayor inteligencia de sus hombres públicos, si bien de menos carácter que los chilenos; por todas estas razones la Confederación [Perú-Boliviana] ahogaría a Chile antes de muy poco”.

Diego PortalesCarta a Manuel Blanco Encalada, 10 de septiembre de 1836 (Portales1936-38, 3: 452-454).

Existen diversas pruebas que el imperialismo inglés –el poder hegemónico mundial en el siglo XIX– fomentó, apoyó y colaboró con la oligarquía chilena en el proyecto de apoderarse del litoral boliviano y de la provincia peruana de Tarapacá con la finalidad de usufructuar las inmensas riquezas de salitre, plata, guano y otros recursos naturales existentes en esos territorios. La coalición implícita en materias económicas y políticas entre el capitalismo inglés y la oligarquía chilena debe conocerse y analizarse si desea entenderse el porqué de la Guerra del Salitre y el reparto posterior del botín peruano y boliviano entre los explotadores ingleses y chilenos.

La acción concertada entre el imperialismo inglés y el subimperialismo chileno contó con una sólida base científica, proveniente de la exploración geográfica y preparación de cartografía de los territorios a robar a Bolivia y el Perú. El imperialismo inglés y la oligarquía chilena sabían con alto grado de certeza que tras la impresión desértica inicial del área a asaltar, el litoral boliviano y Tarapacá contenían inmensas riquezas que llenarían los bolsillos de las empresas y miembros individuales de la alianza chileno-británica, acelerando de paso el crecimiento económico de ambos capitalismos.

El artículo The Desert of Atacama (Bolivia) de Josiah Harding

Una de las evidencias del conocimiento de la riqueza salitrera del desierto de Atacama la constituye el artículo del ingeniero inglés Josiah Harding titulado “The Desert of Atacama (Bolivia)”, publicado por la revista Journal of the Royal Geographical Society en la ciudad de Londres el año 1877. Harding era un funcionario de la chileno-inglesaCompañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta (Antofagasta Saltpetre and Railway Company), establecida en 1860 con capitales de la inglesa Casa Gibbs y del anglo-chileno Agustín Edwards Ross. Esta empresa explotaba el salitre del litoral de Atacama gracias a una concesión otorgada por el ignorante dictador boliviano Mariano Melgarejo, un verdadero monigote de la oligarquía chilena (*). Específicamente, el británico Harding era el ingeniero encargado de la construcción del ferrocarril entre Antofagasta, el depósito salitrero de Las Salinas y los yacimientos de plata de Caracoles.

El aporte fundamental del artículo de Harding es el de presentar un mapa del desierto de Atacama en el que se detalla con precisión la ubicación de diez de los principales yacimientos salitreros del área, siete en territorio boliviano y tres en territorio arrancado a Bolivia por la oligarquía chilena. Todos estos depósitos aparecen coloreados en marrón. Debe anotarse que la carta geográfica señala como límite entre Chile y Bolivia el paralelo 24, frontera que refleja el obsequio de territorio boliviano en más de un paralelo de latitud, hecho a Chile en 1866 por el tirano Melgarejo.

El artículo y mapa de Harding difundidos por el Journal of the Royal Geographical Society constituyeron para el imperialismo inglés y para la oligarquía chilena una confirmación irrefutable de la presencia de incalculables riquezas salitreras en el territorio de Atacama bajo soberanía boliviana. Por ejemplo, refiriéndose al yacimiento de Las Salinas, el ingeniero Harding indicó que el caliche “es de excelente calidad, por contener de 30 a 60% de nitrato, llegando en algunos lugares a mostrar un espesor de doce pies [3.66 metros]” (Harding 1877, 253). 

Mapa del territorio salitrero en el Pacífico sur, incluyendo la provincia peruana de Tarapacá, el litoral boliviano y la frontera norte de Chile 
(Pons Muzzo 1962, 177)

La ambición chilena por invadir Bolivia hasta el paralelo 21: el salitre ubicado en la parte boliviana del desierto de Atacama era de calidad superior al existente en la parte chilena

Los datos proporcionados por el ingeniero Harding sobre la calidad del salitre existente en la parte boliviana del desierto de Atacama fueron recibidos en Chile al mismo tiempo que el informe de un conjunto de científicos contratados por el gobierno de ese país para evaluar los yacimientos ubicados en la parte chilena del desierto. Este grupo estuvo dirigido por el profesor francés A. Pissis.

El informe de Pissis trajo para la clase dirigente chilena una buena y una mala noticia. La buena nueva fue la confirmación que el desierto de Atacama presenta un gran campo para el desarrollo de la industria minera” (Gobierno de la República de Chile 1877, 27).

La mala nueva fue que la parte del desierto de Atacama hasta el paralelo 24 que la oligarquía chilena controlaba gracias al obsequio del alcohólico dictador boliviano Melgarejo sólo albergaba yacimientos de nitrato de baja calidad, si se les comparaba con los existentes en el territorio aún bajo soberanía boliviana. Mientras el artículo de Harding reconocía la excelente calidad de los depósitos salitreros bolivianos, que contenían de 30 a 60% de nitrato, llegando en algunos lugares a mostrar un espesor de más de tres metros y medio, en el sector chileno el contenido promedio de nitrato sólo llegaba a 20% y el espesor, en muy limitados casos, registraba dos metros y medio (Gobierno de la República de Chile 1877, 18). 

La riqueza superior del salitre ubicado en territorio boliviano confirmó para la oligarquía chilena la necesidad de invadir totalmente el litoral de Bolivia, hasta el paralelo de los 21° 40’, zarpazo sureño que representaría el inicio de la Guerra del Salitre. 

Difusión en Chile e Inglaterra del conocimiento de la riqueza superior del salitre boliviano

¿Cómo llegó la confirmación de la riqueza del Atacama boliviano a los oídos de los capitalistas ingleses y chilenos? En cuanto al imperialismo inglés, ya se ha mencionado que la poderosa Casa Gibbs era accionista de la Antofagasta Saltpetre and Railway Company, la empresa británico-chilena para la que trabajaba el ingeniero Harding y que operaba en la sección del desierto de Atacama. Asimismo, debe recordarse que el Journal of the Royal Geographical Society reunía entre sus lectores a los más ambiciosos empresarios británicos, siempre listos a intentar nuevas aventuras expansionistas.

En el caso de los capitalistas y políticos chilenos, la ratificación científica de la existencia del tesoro del Atacama boliviano fue conocida, de primera mano, por ministros de Estado, congresistas, militares y empresarios sureños, todos ellos accionistas de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta.

Aquellos que no participaron en la propiedad del capital de dicha empresa, obtuvieron la ratificación científica de la magnitud de la riqueza de Atacama boliviano leyendo el Journal en la Biblioteca de la Universidad de Chile, que era una de las tres instituciones latinoamericanas que lo recibían en 1877. Ninguna institución peruana o boliviana estaba suscrita al Journal, a pesar que el organismo que editaba la revista –la Royal Geographical Society– contaba entre sus miembros honorarios correspondientes al presidente Manuel Pardo, a don Antonio Raimondi y al político e historiador Mariano Felipe Paz Soldán (Royal Geographical Society 1877, xvi).

La validación geográfica de la presencia de fabulosas cantidades de salitre en el desierto de Atacama fue la razón principal que explica la puñalada chilena de 1879 y el posterior genocidio y desmembramiento territorial de Perú y Bolivia. Proponiéndoselo o no, el conocimiento geográfico del valor económico de Atacama contribuyó a desencadenar ese infame y sangriento conflicto de cinco años que la Historia conoce con el nombre de Guerra del Salitre.  

Notas

(*) En agradecimiento por los servicios prestados a Chile, el ignorante dictador Mariano Melgarejo recibió el grado de general de división del ejército chileno, al igual que el traidor al Perú Mariano Ignacio Prado. La oligarquía sureña debería erigir en Santiago monumentos a ambos Marianos, para hacer recordar a las futuras generaciones chilenas el rol que cumplieron esos dos gobernantes en el ensanchamiento territorial de Chile y en el desmembramiento territorial de Bolivia y el Perú.

Fuentes

De la Cruz, Ernesto y Guillermo Feliú Cruz, editores. 1936-38. Epistolario de don Diego Portales: 1821-1837. Santiago de Chile: Dirección General de Prisiones. Tres volúmenes.

Gobierno de la República de Chile. 1877. Nitrate and Guano Deposits in the Desert of Atacama: An Account of the Measures Taken by the Government of Chile to Facilitate the Development Thereof. Londres: Taylor and Francis, Red Lion Court, Fleet Street.

Harding, Josiah. 1877.  “The Desert of Atacama (Bolivia)”. En Journal of the Royal Geographical Society, Vol. 47, pp. 250-253.


Pons Muzzo, Gustavo. 1962. Las fronteras del Perú: Estudio histórico. Lima: Talleres Gráficos Iberia, S. A.

Royal Geographical Society. 1877. Journal of the Royal Geographical Society. Vol. 47. Londres: John Murray, Albemarle Street.

© César Vásquez Bazán, 2013
Abril 27, 2013

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2 comentarios:

Rubén dijo...

Que malos fueron y son los chilenos. Todos los problemas del Perú hasta el día de hoy son por culpa del chileno invasor.

Randal dijo...

Fantastic!