U Y PROFESIONALIZACION

El dinero corrompe el sistema escolar.
Los privados para enriquecerse y los
fiscales para sostener la institución

Se cree que sólo las UU profesionalizan. Los años que la preceden -8 de básica y 4 de media- encaminan a las aulas superiores. Allí es donde la persona se convierte en "profesional". Nadie alcanza ese rango sin titularse en una Casa de Estudio -sea de verdad o "de juguete", esté o no acreditada- . La matrícula en la U obsesiona a miles de adolescentes y sus familias. Se valoriza medicina, ingeniería  y derecho. Ello porque son "lucrativas". Paradoja, porque el lucro se censura como lepra... El resto son "carreras" de consuelo o simples "caza bobos". Entre estas figuran, por ejemplo, "perito en criminalística", licenciados en Letras, Filosofía e Historia u "ópticos". La simple aritmética demuestra que los estudios -17 a 20 años- absorben un tercio de la vida útil del individuo. Los costos monetarios son cuantiosos y cronológicamente, dos decenios. Ello sin referirse a los postgrados que van de diplomaciones  a postdoctorados.

Se alude a los técnicos. Se advierte que son indispensables. Los ofrecen las UU añadiéndoles el adjetivo "superiores". El "gancho" es que conducen también al título de ingenieros. Aquellos liceanos con bajo puntaje en PSU encuentran allí alero "universitario". Las estrategias de captación abarca también los "bachilleratos" y los "colleges". Estos son propedéuticos de nivelación que al costo financiero y biográfico de dos años permitiría a los alumnos ingresar a las carreras top indicadas. Lo importante es  "clientela" que justifique la frondosidad académica y administrativa de las UU. Ese afán de incrementar el contingente a como dé lugar afecta a todas las Casas de Estudio sean fiscales o privadas. Eso se logra con  la multiplicación irresponsable de liceos "humanístico-científico". Sus egresados no poseen otro destino que la U. Si no lo alcanzan se frustran, es decir, pasan la vida "chuteando piedras".