lunes, 29 de junio de 2015

CARCEL: EDUCACION Y TRABAJO

Al colapso de la estructura escolar, de la salud pública, del Transantiago, de la seguridad ciudadana se añade el que aflige al inframundo carcelario. Se imponen quienes suprimen la pena capital, ablandan la administración de justicia -el síndrome de la puerta giratoria- y los que -por una piedad mal concebida- insisten en la "rehabilitación" como antagónica a la "sanción". Se sabe que sobran los imputados y hay déficit de cárceles. 

Cada reo implica al Fisco mínimo -mes a mes- $300 mil más atención médica y psicológica. Un privilegio infame para una ciudadanía acosada por el desempleo y cuyos impuestos sostienen esa población penal. Se ensayan  fórmulas para el rescate de ese lastre: teatro, yoga o baile. Se publicitan como opciones "rehabilitatorias". Otros insisten en incrementar la "educación" como vacuna inmunizadora y fármaco curativo.

Es ingenuo creer que un hobbie facilita la "reinserción". Así también están en el error los que creen que la escolaridad es piedra filosofal. Identifican lo educativo sólo con aula. Sabemos, el docente exponen mientras los alumnos "están en otra". Obvio, se "educa" privados de mapotecas, biblioteca y de laboratorios. La recompensa: estén o no preparados son los diplomas de "8º básico" o de "4º medio". 

Esa "beatería" de escolaridad se estrella contra las hondas convicciones de los  hampones. Se les escucha: "difícil que nos pillen. Si nos pillan difícil que vayamos a la cárcel. Y si allá vamos es difícil que sea por mucho rato. Y si es para largo... ¡Por Dios que aprenderemos!". Esta opinión indesmentible es que la reclusión convierte las penitenciarías en Universidades del delito. Apenas egresan vuelven a reincidir. 

Es el trabajo el  instrumento educativo utilísimo que enmienda conductas desviadas. Se efectúa en terreno y no entre cuatro murallas. La única reforma penitenciaria válida es la implantación del trabajo obligatorio. No faltarán aquellos que ante la presente propuesta imaginen los campos nazis de concentración o los gulags soviéticos. Se equivocan. Se reitera "obligatorio", porque la pereza incrementa vicios.La meta es poner fin al despilfarro fiscal y cada delincuente encarcelado se libra del hacinamiento, respira aire puro y aporta la edificación del país.En lo como mano de obra en puentes, construcción de canales, embalses y viviendas, pavimentar calles y abrir carreteras. El premio es reducción de los años de condena. Así miles de malhechores amortizan su deuda con la sociedad y se transforma el ocio en trabajo productor. 

jueves, 25 de junio de 2015

GEOPOLITICA DECADENTE

Diego Portales, apenas consolidada la emancipación, empuja a Chile a la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839). Es la primera contienda bélica entre las bisoñas repúblicas hispanoamericanas. Allí nace una geopolítica que hasta hoy conserva vigencia. Le darán, después de la guerra del Pacífico (1879-1883), cuerpo doctrinal los  instructores alemanes contratados en Berlín para modernizar nuestras FFAA.

Esa geopolítica es aislacionista y, por ende, contrabolivariana. Apunta a señalar a Chile como una ínsula europea rodeada de adversarios. Es el Sindrome de la Fortaleza Asediada SFA . Supone, al estilo israelí, permanecer día y noche con el dedo en el gatillo y estimular el armamentismo. El lema es "Si quieres la paz, prepárate para la guerra". Periodistas y docentes estimulan ese singularismo chilensis que se mezcla con desconfianza y desdén por las tres patrias vecinas.

Se explicita esa geopolítica con hipótesis de conflicto. La más temida es la Hipótesis Vecinal 3 HV· 3 que supone un ataque combinado de Argentina, Perú y Bolivia. Los pleitos con Buenos Aires pusieron a Chile al borde de la guerra por problemas limítrofes. Ello a fines del XIX y en 1978. Con Perú hubo tirantez por Tacna y Arica. Santiago esquiva el plebiscito y opta por reintegrar Tacna. El mar es motivo de discordia hasta ahora entre La Paz y Santiago.

Nuestros geopolíticos afirman que, en caso de HV-3, Chile posee como aliado  seguro a Ecuador. Ello por la rivalidad Quito-Lima expresada en tres guerras (1941, 1981 y 1995). En esta última -violentando el Protocolo de Río de Janeiro- Chile apoya a las FFAA ecuatorianas. Hoy, sin embargo, existe el Eje Lima-Quito. Correa y Humala suscriben acuerdos que producen perplejidad a la diplomacia mapochina. El mandatario peruano se reune, en Puno, con Evo y suscribe la demanda de La Paz por mar.

El otro apoyo sería Brasil cuyo afán hegemónico en el área atlántica es conocido. En 1823 hay una guerra, pero ahora existe el MERCOSUR y el CELAC. En Itamarati está marchito el arcaico antiargentinismo que en 1953 -pese a Getulio Vargas- frustra el ABC propuesto por Juan Perón. Hay activo intercambio de información militar entre Casa Rosada y el Planalto. Aquella solidaridad, en caso de contienda bélica, hoy pierde vigencia.

La diplomacia  del Mapocho está profundizando el aislamiento. El ferrocarril Pucalpa-Santos que une Perú y Brasil es otra sorpresa para nuestra cancillería. Imposible no recordar que el 2006 ya CEDECh promovía convertir Arica en megapuerto triestatal conectado con Brasil y área desmilitarizada. Aunque resuelto la querella con Perú en La Haya queda pendiente el pleito con Bolivia. Pareciera que nuestra geopolítica amerita una placa mortuoria.



miércoles, 17 de junio de 2015

EJE LIMA-QUITO

Si ingresas a la web del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú encontrarás los mecanismos bilaterales que impulsan la relación peruano-ecuatoriana. Estos son los siguientes: El Encuentro Presidencial y Gabinete Binacional de Ministros con cinco ejes temáticos que tratan asuntos sociales; seguridad y defensa; productivos y comerciales; de inversión y turismo; ambientales, energéticos y mineros; de infraestructura y conectividad.
Se le suman la Comisión de Vecindad; los comités de frontera, entre otros estos mecanismos son sinérgicos con la agenda bilateral que incluye la culminación de las labores de desminado humanitario; inversión pública en programas sociales; interconexión eléctrica transfronteriza; gestión binacional de recursos hídricos; promoción de micro, pequeñas y medianas empresas; Becas de la Amistad, entre otros.

 Los acuerdos de Paz de Brasilia de 1998 constituyen el punto de inflexión positivo de la relación peruano-ecuatoriana. En 1998 ambos países decidieron que era mejor ser socios que enemigos y ahora disfrutan los resultados de su excelente decisión.
Actualmente, Bolivia y Chile litigan en La Haya la demanda del primero al segundo para negociar de buena fe su salida al mar. Los chilenos dicen que aquella es hostil, que mejor hubiese sido la negociación bilateral. Los bolivianos arguyen que les han ofrecido mar en varias ocasiones.

Algunos datos: a) 4200 es el número de kilómetros del extenso litoral chileno; b) existe un ferrocarril de Oruro a Antofagasta inaugurado en 1892 que hasta hoy conecta a Chile con Bolivia. Sé que la actual coyuntura es difícil porque el litigio en la CIJ tensa la relación entre ambos países. Sin embargo, mi punto es que Chile tiene muchísimo litoral como para resolver la mediterraneidad boliviana y que el referido ferrocarril brinda las condiciones perfectas para otorgarle un enclave al país altiplánico al lado de Antofagasta.

Sin duda, mis argumentos son coloquiales, pero el sentido común coloquial suele identificar más rápido la solución de los problemas. Las complicaciones vienen de la política y de la ideología, como la cuestión de la “soberanía”, por la cual, como decían nuestros bisabuelos, la vida vale la pena vivirse o perderse.

Hace unas semanas, en Buenos Aires, el historiador chileno Jorge Magasich planteó el esquema ganar/ ganar de resolverse la mediterraneidad boliviana. Así trataba de explicarle a sus connacionales que con ello Chile también se beneficia. El ejemplo de lo que ambos países pueden ganar si superan sus problemas es lo mucho que peruanos y ecuatorianos obtuvimos cuando optamos por la paz.

Publicado el domingo 7 de junio en Exitosa Diario

ESOS APUNTES DE CLASE

Todo  alumno escucha: “en mi clase hay que tomar apuntes”. Se refuerza el instructivo con dos mentiras piadosas: “la materia no está en ningún libro” y “deben acostumbrase porque así es en la Universidad”. Algunos lo oyeron ayer en I de EM y  ahora en el VI Básico. De allí en adelante el bolígrafo es el fiel camarada. No bien el docente saluda los estudiantes, éstos como espadachines, están prestos con el lápiz y el cuaderno. En el aula convertida en locutorio se escucha la voz del educador y el rasguño de 40 “bic” sobre blanca página. No se ha inventado mejor estrategia para mantener un curso ordenado.

No se “dicta” –eso jamás, sería mal visto-  sino que se explica un tema. La martingala está en que se formularon las advertencias aquellas. Pacto entre quien enseña y quienes aprenden reside en lo siguiente: las “preguntas” de la prueba se “sacan” de esas anotaciones. El  diálogo no funciona e impera el monólogo. La clase continúa siendo frontal. Jamás se visualizan rostros inquietos y ojos vivaces, tampoco –salvo excepciones- se plantean preguntas o alcances. Lo frecuente: apenas, el educador habla –obedeciendo a un reflejo condicionado-  40 adolescentes  bajan la cabeza y escriben.

Todo se “apunta” y no hay discípulos, sino escribientes. Esos cuadernos –jamás objeto de una revisión, contienen fragmentos inorgánicos de lo expuesto y con una ortografía escandalosa- morirán a fin de año en una ceremonia denominada de los “repollos”. Perecen arrugados en una fogata. Es uno de los rituales de cierre de año lectivo para festejar la promoción. El “método” de los “apuntes” contiene la “conversacionitis” convertida en epidemia. Los colegas con "cancha" comentan, en secreto, que es el modo más eficaz para evitar que el curso se convierta en "chacra". Otro, algo hipócrita, explica “no se dicta, sino que se toman apuntes”.

La Reforma insiste en la metódica de los talleres, los paneles o los foros. La representante de la UTP  -desde su oficina, como eco- la reitera. Suele añadir, ante cualquier escepticismo, “aun es insuficiente la motivación”. Como eso de la “motivación” se juzga envejecido hoy usa “reencantamiento”. Sin embargo, más allá de la magia se continúa con la arcaica estrategia descrita para que “no se desordene el ganado”. No hay vuelta porque el docente ingresa al aula castrado de facultades disciplinarias. Esa misma Reforma que lo exhorta a modernizarse lo priva de facultades que permitan lograrlo. El salvavida: los “apuntes”.

viernes, 12 de junio de 2015

REFORMA Y VULNERABILIDAD

Ahora a los "indigentes" se les rebautiza como "vulnerables". Pertenecen a quintiles más deprimidos de la estructura social. Su situación -alegan los "pedagogizantes"- se supera con escolaridad. Entonces surgen liceos a destajo, cursos de nivelación, "examenes libres", institutos de 2 y hasta 3 años en 1. En las UU están los propedéuticos. Los alumnos hacen como que aprenden y los profesores hacen como que enseñan. En suma una mascarada.  

Se observa una sobreoferta de escolaridad que afectan a los académicos. Por ejemplo, si en una Facultad de la U los "vulnerables" son mayoría es notorio el bajo rendimiento, El docente debe escoger entre acomodarse o el fin de su contrato. Hasta se imponen las "eximiciones" -igual que un liceo- o se "ofrecen notas". Los examenes desaparen. Se evitan conflictos mientras la mediocridad sube de nivel, pero triunfa la "inclusividad". 

Los alumnos de esos estratos suelen entender que "la educación es un derecho". Traducen esta doctrina como  que "la obligación del profesor es aprobarlos". Si hay calificaciones deficientes se culpa al que enseña. Se le atribuye "uso de métodos antipedagógicos". En el Metro oigo que no hay que inquietarse por las bajas calificación, pues ya el decano... intervino. Obvio a favor de los "chiquillos". La mayorìa "vulnerables".

El docente debe acomodar la escala de calificaciones al rendimiento del curso. La recomendado es evitar la "deserción" y la "mortalidad". La meta es retener e incrementar la "cobertura". El académico exigente ahuyenta a la clientela. Ese "delito" para los faraones y reyezuelos del sistema se sanciona con la no renovación del contrato. Esa es una victoria de los vulnerables a los cuales se debe dar la oportunidad de ascenso social.

Otros colegas optan por la estrategia  de la "prueba recuperativa" que se conocen como "prueba prostitutiva". El objetivo es "inflar las notas". Las deficientes se originan porque quienes son docentes "no saben enseñar" o "no motivan" el aprendizaje. En secundaria la autoridad es "fascismo" y se registran agresiones a los educadores. En la U se recurre a la huelga... Lo anotado  invita a reflexionar a propósito de la Reforma.