En medio de folklórica necrofilia es el sepelio y la cremación de la
líder del PC. Todo fallecido -en virtud de una curiosa alquimia- es una buena persona. ¡Cómo olvidar a las
muchedumbres que lloraban despidiendo a Rafael L. Trujillo o el dolor que
invadiera a los soviéticos –y soviethinchas- ante el deceso de Stalin! Ahora
sería políticamente incorrecto, es decir, “un domingo7” criticar a la difunta.
No obstante, cada sociedad debe aceptar como conveniente para su higiene mental
a unos especimenes particulares: son los académicos auténticos. Estos no buscan
el poder como el político ni tampoco el lucro como el empresario. Les interesa
el saber, aunque ello implique el riesgo de la cicuta. Es el destino de estos
aguafiestas de oficio que con tanta precisión retratara –años ha- Mario Vargas
Llosa en su alocución agradeciendo el
Premio “Rómulo Gallegos”. De esa afirmación deriva el presente texto.
LA APARACHTIK
Gladys fue la típica funcionaria del aparato. Hoy –por cierto- esta
estructura está venida a menos porque el derrumbe de la URSS y el desplome del
Muro de Berlín lo privan de financiamiento, de privilegios y de prestigio.
Quedó al desnudo lo que un desencantado denomina, en su testimonio, “la gran
estafa”. Hoy se sostiene con subvenciones de La Habana y lo que algunos
infiltrados en el chavismo logran captar en Caracas. Se titula de maestra
básica y jamás ejerce la docencia. Su fidelidad a la entonces monolítica
estructura –curiosa mezcla de convento y de cuartel- es permanente. Se acentúa
cuando su militancia se hace ya una profesión que le permitiera vivir hasta ahora
a los sospechosos 63 años que se atribuye. Digo esto porque “por orden de
Partido” la Pasionaria criolla se disminuía la edad para continuar capitaneando
la sección juvenil del PC aunque ya se empinara sobre los 40.
Inicia su trayectoria a mediado de los 50 y ya en 1957 figura como “un
cuadro” de confianza de ese Sanedrín distante e infalible que es el Comité
Central del Partido. Partido al cual se solía añadir, frecuentemente, el rango
de “glorioso”. Allí –entre otros en estrecha
alianza con personeros como Jorge Insunza, Mario Zamorano, Edmundo y Lucía
Chacón- interviene en la “cacería de brujas”. En el marco de un estilo
censurado por Arthur Miller en “Las brujas de Salem” arrastra a la Inquisición
a quienes discrepan de la sacrosanta “línea”que es la conducta juzgada adecuada
por el vértice superior de la pirámide. Estos son de inmediato lapidados con un
vituperio extraño: “reinosistas”. Después se supo que se referían a Luis
Reinoso un titular del buró de Organización que propusiera, en 1947, contragolpear,
mediante “todas las modalidades de lucha”, a la represión del Presidente
González Videla.
IDEARIO Y RUTA DEL STALINISMO
Es obsecuente sirviente del verticalismo autoritario y de la cultura
policial imperante en el PC. Ensaya sus primeras purgas. Impulsa
“marginaciones” y “expulsiones”. Lo primero era el Purgatorio y lo otro el
Infierno en aquel universo paranoico. En la fila quedan sólo los obedientes y,
por cierto, los “militontos” amén de una legión de diablillos que –seguramente
por sugerencias de sus progenitores- anhelan utilizar ese trampolín para catapultarse
como escritores o artistas y de diablillas que buscan pareja a horcajadas de
los “métodos juveniles” puestos en boga por la difunta que ya entonces es
designada Secretaria General de las JJCC. A esa altura –sin conexión con aquel
Trotski mapochino- hay quienes en la U de Ch protestan porque en la rebelión
callejera del 2 de abril de 1957 el PC, la “vanguardia del proletariado”, se
sumerge y no lidera.
Por otro lado, pese a la disciplina cuartelera imperante hay
inquietudes porque en el XX Congreso del PC de la URSS su jefe Nikita Krhushev
informa de “los crímenes de Stalin”. Ese “ingeniero de almas” y “constructor
del paraíso del proletariado”cantado –entre otros- por Neruda y Guillen ahora
resultaba ser un genocida. Este documento nuestros rojillos autóctonos lo
niegan urbi et orbe a pie juntilla.
Recuerdo –en una glorieta del Campus Macul- a Luis Corvalán y la entonces joven
cabecilla aludiendo a aquel texto como una invención del diario “El Mercurio”.
Esta dupla –se comenta- pedalea desde aquella época en tandem- incluso hay
quienes sostienen que hubo, entre el otoñal “Patitas Cortas” y la lozana Gladys,
un discreto amorío. Esto explicaría el meteórico ascenso de la hoy occisa
Presidenta del PC de Chile. En todo caso, quienes insisten en el “informe
secreto” son lapidados con la expresión “intelectuales
conflictivos”.
¿AUTODETERMINACION DE LOS PUEBLOS?
No obstante, Gladys debe soportar otro chaparrón… La URSS ocupa
militarmente Hungría y … de qué modo. Se verifica la existencia de un
colonialismo ruso y los tanques anulan a cañonazos el alzamiento magiar. Se
acusa a un pueblo entero de estar manipulado por el fascismo. Sin embargo, en
Budapest quien resiste es un gobierno de comunistas nacionales encabezados por
Imre Nagy. No obstante, Moscú no quiere esa “maleza” titoísta y reinstaura un régimen
títere. Ese líder depuesto y encarcelado y decenas de sus colaboradores –un año
después- son ejecutados. Ante estos crímenes hay reacciones. Quizás aisladas
porque si algo caracterizó al PC “chileno” es la rusolatría. Ante esas tímidas
interrogantes y aun más tímidas protestas la reacción de la camarilla dirigente
es de defensa frontal del Kremlin. La difunta posee voz cantante, a nivel
juvenil, en esta suerte de Salem criolla. Su instructivo: “Ojo con quienes quieren
arrastrarnos a debates académicos y hacen abandono de las tareas del Partido”.
En 1959 Fidel entra victorioso a La Habana. Ha triunfado un proceso
revolucionario iniciado el 26 de julio de 1957. Cae el régimen del general
Fulgencio Batista. La campaña desde Sierra Maestra, la resistencia urbana y luego
la privación de sustento norteamericano a la dictadura originan este inesperado
triunfo. El MR 26 había sido denunciado por Gladys y su entourage como
aventurero y Castro como “pequeño burgués desesperado”. Incluso se sugiere que es
objeto de infiltración de la CIA. No
obstante, dos años después el viraje fidelista al marxismo y su alianza con
Moscú la obligan a bailar salsa. Esa suplantación de Martí por Lenín es miel
sobre hojuelas para el PC. Gladys
entonces se convierte en a apasionada defensora de Castro y éste no ha mucho la
atiende en clínica oncológica de la nomenklatura isleña y la condecora.
SIEMPRE CON EL “HERMANO MAYOR”
El quiebre Moscú-Pekín es otro escenario en el cual Gladys se moviliza.
Previo al divorcio el PC mapochino ha sido caja de resonancia del maoísmo. Eso
ha significado subsidio y turismo. No obstante, apenas el Kremlin rompe con
China “la Dirección”, es decir, la cúpula de los rojillos chilensis se adscribe
a las posturas soviéticas. En células, en plenarios y congresos Gladys –y no en
menor medida Neruda- disparan contra los excamaradas chinos ahora convertidos
en réprobos. Cierto grupo de afiliados que, de un modo u otro simpatizaban con
Mao, son arrinconados y quienes no callan oportunamente, expulsados.
Constituirán el PCR que navegara sin destino en la escena política. En la cabina
de mando, cheak to cheak, con los rusos estuvo la persona hoy fallecida por cáncer cerebral.
No extrañarse con lo anotado… 10 años más tarde en 1968 la “primavera
de Praga” es aniquilada sin contemplaciones por el Ejército Rojo y tropas
auxiliares del Pacto de Varsovia. Sorprende la adhesión de La Habana a Moscú en
ese afán por reventar “el socialismo con rostro humano” que encabeza Alexander Dubcek.
De nuevo el invierno totalitario soviético cae sobre Checoslovaquia. Ese pueblo
había aprendido la lección húngara y no opone resistencia. Mínima es la
destrucción y la masacre, pero colosal la afrenta. Es entonces cuando Gladys
Marín se luce encabezando una de las cuatro columnas que marchan en Santiago en
apoyo a Moscú. Como si fuera ayer se le recuerda exhortando a sus huestes
reunidas en San Diego con Matta, a gritar la consigna “¡Checo comprende el ruso te defiende!”.
VIA PACÏFICA O REVOLUCIONARIA
Una discusión interna sacude al PC en los 60. La III postulación de
Salvador Allende es derrotada. Con ello la “vía pacífica” sufre un revés. Desde
otro ángulo, adquiere un prestigio enorme la experiencia cubana y “la vía
armada” aparece como único rumbo viable. Durante decenios la burocracia
directiva del PC paraliza cualquier intención insurreccional con el argumento “las condiciones no están dadas”. A los
que insisten se les etiqueta de “provocadores” y, por cierto, se usa el
remoquete de “reinosistas”. La experiencia
cubana desmentía la “vía pacífica” y Regis Debray teoriza sobre el foco como
catalizador. Los herederos de los anticonformistas de 1957 vuelven con fuerza a
antagonizar con el vértice superior de la pirámide. En esa gerontocracia, sólo
interesada en procesos electorales, opera como joven rostro Gladys Marín.
Contra todo lo presumible en
las urnas triunfa, en su IV intento, el allendismo. La victoria es estrecha,
pero ingresa a La Moneda. Son los 1000 días que interrumpen no sólo las FFAA y
el Pentágono, no sólo nuestra plutocracia y la CIA, sino también los errores y
excesos de la UP. La victoria en las urnas –O4.09.70- es una sorpresa para el
mismo Allende y, por cierto, la tesis
de “los fierros” se abandona. La Habana queda muda y el mundo se sorprende del
vigor de una democracia formal que permite el socialismo sin recurrir a la
fuerza. En ese contexto durante casi dos años Gladys Marín y la cúpula -amparados
en la consigna “No a la guerra civil”-
intentan congelar el ultrismo proveniente del PS y del MIR. Mientras tanto copan
–acorde con la bulimia que es propia de esa tienda- todo cargo y función. Se vende
la imagen de una fuerza “orgánica, sólida
y –sobre todo- moderada”.
¿QUE HACER? LA VERSION
MAPOCHINA
Ya a fines de 1972 –en la medida que se agudizan los problemas: inflación
desatada, parálisis de la producción, desabastecimiento y mercado negro…- el PC
efectúa una variación de estrategia. Comienza a tener eco en su camarilla
aquello de “¡Poder popular, poder total!”
y eso de “Avanzar sin transar”.
Pareciera que los servicios de inteligencia cubanos han logrado infiltrar la
cúpula y aventuro la hipótesis que Gladys Marín ya entonces opera en
contubernio con los agentes de la inteligencia isleña. Estos, por lo demás, ya
estaban en La Moneda y junto a Presidente dado que Beatriz Allende Bussi es
esposa del lugarteniente de Manuel “Barbarroja” Piñeiro. Me refiero a Luis
Fernández de Oña. Entonces, dada la gravedad de los problemas y la ofensiva de
la oposición liderada por la Democracia Cristiana, hay decisión para el
autogolpe.
Es posible que la gira de Castro influyera en los termocéfalos para
apurar un desenlace. Lo interesante es detectar el grado de participación
acelerada del PC en este giro. La inteligencia cubana –según nuestra hipótesis-
empuja una salida de esa naturaleza. Con ella se suprime la oposición y el
socialismo a rajatabla se impondría. Pareciera que Moscú ya no controla el área
y entonces La Habana “hace y deshace” a
su amaño sin contrapeso. La inclinación comunista a un autogolpe parece
disponer de Gladys Marín como su artífice. Resulta sintomático que los
entreveros con la ultra se evaporan y comienza a hablarse de un Partido Unico.
Indudablemente, EEUU no reposa y también pone prisa en motorizar a las FFAA.
Los uniformados pasan de lo analítico a lo deliberativo y de esto al complot.
TODOS CONSPIRAN
Hay un apremio en quien da primero el golpe. Todo el país complota. Unos
con pertrechos y estructura y otros con armas, pero sin una orgánica militar. El
11.O9.73 el forcejeo se decide y los uniformados asumen el poder. La UP se
deshace como castillo de arena con el oleaje. Los uniformados sobredimensionan
la resistencia. Planifican siete días como mínimo para controlar el país. Se equivocan,
pues en siete horas, como pera madura, se desploma Allende. De hecho no hay
ningún brote de resistencia armada y no se produce como se soñara una escisión
en
las FFAA. En la Guerra Civil de 1891 el Ejercito se bate por Balmaceda
y la Armada por la contrarrevolución. En la Guerra Civil española (1936-1939) el
quiebre de las entidades castrenses es vertical. Así ambos pronunciamientos se
transforman en una confrontación interna de meses en el primer caso y de años
en el otro.
Ningún cuartel, barco o avión estuvo con la UP. Lo peor… la gran fuga
de los líderes de régimen. Algunos ya el 10 están asilados en sedes
diplomáticas o se esconden como ratas. Aplican la consigna de “Huir sin parar” en sustitución de
aquella “Avanzar sin transar”. No hubo
–salvo excepciones- ánimo de encabezar al pueblo allendista que queda a la
intemperie. Entre quienes se “fondean” está Luis “Patitas Cortas” Corvalán.
Allende muere en una simbólica defensa del palacio presidencial en medio de una
aplastante soledad. Gladys no se aparece por La Moneda y tampoco encabeza un
brote de resistentes. Se refugia en la Embajada de Holanda. De allí –archivando
su oratoria tremebunda- vuela a Europa y se “arrancha” en Moscú. Ignoro el
heroísmo de esa maniobra. Siempre aludirá a su esposo “detenido-desaparecido”.
Se habría quedado en Santiago intentado la armaduría de un Comité Central de
emergencia. Hay quienes sostienen que ya se trata –en aquel momento- de un
matrimonio rupturado. En todo caso es una víctima de la dictadura.
LA “CLANDESTA” Y EL DOBLE STANDARD
Marín, según la saga, habría ingresado con pasaporte adulterado –o ajeno-
a Chile. Hay constancia. Lo cierto es
que en Europa el Kremlin financia giras por diversas
partes del planeta activando la oposición a la Junta. Es un accionar publicitario
y no armado. En el primer momento –igual que en 1957- lo que hay son fuga en
masa del liderazgo. El amor al pellejo pudo más que asumir tareas de vanguardia
del proletariado. Gladys figura entre la primera nómina de representantes de la
UP que debían presentarse ante las nuevas autoridades. Opta –como se
anticipara- por la clandestinidad, pero concebida no como camuflaje para
combatir, sino como medio para quitarle el cuerpo a un enfrentamiento siempre
mencionado y jamás practicado. Eso dice relación con la profunda vocación parlamentarista
del PC chileno. Tan honda que nuestra difunta pide en artículo mortis un
velatorio en el viejo recinto de la Cámara de Diputados.
En su destierro –por cierto dorado- encabeza vocingleras campaña por
los DDHH, por la democracia y la libertad y contra Pinochet. Entre 1973 y
1983 –un decenio- todo es estruendo de arengas, rayados, panfleteos, audiciones
radiales, entrevistas de prensa, solicitudes a Jefes de Estado, petitorios a la
Cruz Roja…, pero no hay ningún atisbo de resistencia armada para tumbar la
dictadura. Esto obedece, según nuestra hipótesis, a la política de
apaciguamiento del Kremlin. No juzgan los geoestrategas soviéticos conveniente abrir
otro foco de conflicto con EEUU en una remota república andina del Pacífico
sur. Ya tienen más que suficiente con Cuba. Gladys Marín obediente a esas
directivas se limita a lo anotado. Su discurso es una inconsecuencia. Jamás –en
ninguna circunstancia- alude al totalitarismo de la URSS con la crónica
represión, los gulag y “la nueva clase”. Menos a Cuba con 40 años de
monocracia, presos políticos y el millón de exiliados. Autodeterminación de los pueblos si, ayer para Vietnam y hoy para Irak, nunca para
Checoslovaquia o Afganistán. Ese es su abominable doble discurso.
AHORA ¡ CON LOS FIERROS ¡
Lo que es un puzzle aun no descifrado es el por qué sólo en 1983
aparece como ventrílocua de Luis Corvalán organizando el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
Cosa curiosa Gladys se hacía –con
un cuarto de siglo de retardo- , para decirlo de un modo folklórico,
“reinosista” o, si se quiere, “foquista”. Son centenares los muchachos de todas las clases sociales que adhieren al
“frentismo”, es decir, al “rodriguismo”. Se genera una estructura militar.
Decenas viajan a academias militares o campos de entrenamiento de Cuba,
Nicaragua, Libia, RDA… Aparecen comandantes y milicianos que inician una guerra
interna. Sin duda, es la seguridad cubana la que logra tras una década de
forcejeo estimular una política de insurrección popular en Chile. De allí la
contundente internación de pertrechos por mar proveniente de carguero cubano y almacenado
en Carrizal Bajo. Se sabe, los agentes de la DINA lo detectan por casualidad,
aunque también circula la hipótesis según la cual los depósitos habrían sido
ubicados por estaciones satelitales de la NASA.
La Miss Metralleta entonces es Gladys Marín. Ya no está a la cabeza de
las JJCC operando de modo autoritario y quitándose la edad, sino en la Comisión
Política. De allí pasa a la condición de titular de la Secretaría General. Es
el momento en que jugándosela “por la lucha armada” y “la insurrección popular”
evalúa una trampa el cronograma de democratización que impone el Departamento
de Estado a Pinochet y exhorta a la ciudadanía a no inscribirse en los
Registros Electorales. El PC –según nuestra Alejandra Kolontay de pacotilla- juzga
que el plebiscito del “Si” y el “No” es una pantomima. Habrá que seguir
jugándosela por “los fierros”. Ordena nuevas acciones de guerra y una de ellas
es el atentado contra Pinochet en el Cajón del Maipú. No obstante, el referéndum
se efectúa y lo pierde el gobierno militar. Se enfrenta el PC a un viraje. Esta
vez es una “vuelta de carnero” y, sin dudarlo, Gladys regresa a “la vía pacífica”.
ENTRE EL VIRAJE Y LA CHUECURA
El FPMR se estremece. El “rodriguismo” es disuelto. La Miss Metralleta se
convierte ahora en la querendona “Tía Gladys”. Con su estilo autoritario de siempre
ordena el repliegue. Los refractarios son excluidos y nace el FPMR autónomo. El
desconcierto es enorme y se genera una escisión por la izquierda. Los
“autónomos” sucumben entre tres fuegos. Le dispara la resurreccionada
democracia ya instalada en La Moneda, los servicios represivos de la dictadura
aun vigentes y, como si fuera poco, según informes, la propia máquina del PC.
El asalto al retén de Los Queñes -con el ulterior asesinato de los comandantes
José Miguel y Tamara- son el canto de cisne de la guerrilla. Centenares se “descuelgan”
y “los fierros” requisados. El “cese de hostilidades” se juzga por esa
disidencia como alta traición. El Presidente Aylwin con apoyo del PS y asesoría
“comunacha” organiza La Oficina para el soborno o asesinato de frentistas… Estos hacen circular una nómina de condenados a muerte. Ignoro si en ese listado
figura o no la personera ahora fallecida.
No es todo, la vieja estructura del PC –con no menos de 70 años- ya
erosionada por las represalias de los servicios represivos de Pinochet,
escindida por la izquierda por el éxodo rodriguista ahora soporta un quiebre
por la derecha. Hacia 1989 Miguel Gorbachof inaugura una nueva política
emblematizada en el glasnost y la perestroika. Se terremotea el Vaticano
comunista. Antes había existido la ruptura de León Trotski, la rebelión
patrióticocomunista de Tito o el divorcio Moscú-Pekín, pero ese Canaan de los
“bolches” continuaba indemne. Incluso la denuncia de asesinatos de Stalin no
alteraron la fe en esa superpotencia fundada por Lenín sobre la base del
marxismo-leninismo que cada “militonto” encabezado por Gladys estiman una
ciencia equivalente a la física quántica. Ahora factores diversos empujan ya no
al “deshielo” o la “coexistencia pacífica”, sino a la democratización en lo
político y a la reestructuración en lo económico.
ECOS CRIOLLOS DE LA PERESTROIKA
Ese quiebre por la derecha es fruto de cuadros y afiliados que como eco
del derrumbe del denominado “socialismo real” comienzan a exigir una
democratización interna de esa estructura partidaria piramidal, compartimentada
y verticalista que con tanta pericia manejara por decenios Gladys. Se registra
en la caldera una temperatura de renovación que, en cierto modo, animan los
retornados que han hecho su exilio en Europa. Miran hacia ese “socialismo nórdico”
y también “mediterráneo” –gradualista y filocapitalista-, pero que se exhibe
sin tiranía, sin KGB, sin purgas y que, aunque no suprime la explotación ni las
clases, permite un Estado asistencial y multiplica las oportunidades para
"los condenados de la tierra”. Mientras proclaman “el derrumbe de las
catedrales” fundan la Asamblea de Renovación Comunista ARCO y después, muy
influido por un remoto eco del policentrismo de Palmiro Togliatti y del
eurocomunismo de Enrique Berlinguer se agrupan en el Partido Democrático de
Izquierda. Después, se sabe, obtienen matrícula y prebendas en la Concertación.
En esta escisión por la derecha que Gladys resuelve con el estilo
staliniano de la expulsión figuran –entre otros- Fanny Pollarollo, Antonio
Leal, Patricio Hales y Luis Guastavino. Este último coetáneo de nuestro
“heroína”, en su momento, había sido, amén de varias veces parlamentario, un
perro de presa de la cúpula en orden a cuidar la línea y excluir disidentes.
Más aun, se sostiene que integraba la red de la KGB al interior del aparato. En
el momento que el galeón soviético comienza a naufragar escapa hacia tiendas y
doctrinas que hasta ayer denostaba como burguesas. Gladys muy apremiada se ve obligada
a convocar el XXII Congreso. No logra imponer el sistema de “designaciones”, se
somete a “votaciones” y las pierde. Se recurre entonces a cirugía plástica de
urgencia generándole el cargo de Presidenta que es una especie de monarquía
británica. En ese momento se margina Jorge Pavez, a sazón jefe del magisterio quien funda Fuerza Social.
TERREMOTO EN “LA GRANJA”
El siglo XXI lo inaugura aquel jerarca ruso de la mancha escarlata en
la frente cuya gestión da luz verde al derrumbe de la URSS. El “soviethincha
“ PC criollo –para usar una folklórica
expresión de Luis “Condorito” Corvalán- queda catatónico. Aquello es “acabo de mundo” para quienes, han
sido colonos mentales del “país de las estepas”. Tanto así que doña Gladys con
su máquina efectúa su “numerito” al respecto. Es acto público en un teatro de
la calle San Diego repudiando a Gorbachof. Algunas pancartas que portan los “militontos” lo denostan como “guatón traidor” (sic). La última
bofetada al sistema lo asesta Yeltzin quien hasta suprime la bandera roja y
restituye el pabellón zarista. Antes, por el “efecto dominó”, se han derrumbado
todos los regímenes comunista de Europa oriental. El stalinismo subsiste sólo en
Norcorea y Cuba. Entonces La Habana será el nuevo Moscú de la nomenklatura
chilena. Tanto así que la ilustre enferma convalecerá –en clínica privada y
elegante mansión- de su operación.
Antes de fallecer –aunque completamente ajena al fervor latinoamericanista-
es condecorada por Fidel con la Orden “José Martí” y por el FSLN con la Medalla
de Honor “César A. Sandino”. Son las paradojas de la política. La misma paradoja
es su permanente denuncia de los militares golpistas de 1973 y después su apoyo
al general Jaruselski quien da un cuartelazo pro PC –antes de la perestroika- en
Polonia . Ni que decir que también adhiere al abortado putch cívicocastrense
que está a punto de derrocar a Gorbachof. Nuevamente su doble discurso que destruye
esa afirmación, según la cual es “consecuente”. Todo lo contrario su “vida y
milagros” ha sido una retahíla de inconsecuencias. Además, su dolencia postrera
y deceso se han prestado para una farándula que permite, por ejemplo,
contemplar al Presidente Lagos cantando… La Internacional y los pabellones
patrios de las FFAA flameando a media asta.
MORAL VICTORIANA
Para finalizar apenas tres comentarios
aparentemente con sabor a chisme... A quien fuera pareja de Gladys por años se
le excluye de los homenajes. No nos sorprendamos, igual ocurrió con la Payita,
amante de Allende. Sin duda, una moral victoriana que como “progre” el
comunismo reprocha… Reprocha en las palabras, pero acatan en los hechos. En el
caso de la extinta líder se estimó que exhibirlo estropearía la imagen de su
esposo legal hoy detenido-desaparecido. En el caso del exPresidente “la señora legítima” es doña Tencha y la “intrusa” incomoda. A “el” y a “ella” se
les barre bajo la alfombra. Nuevamente el doble standard. Peor aun, como un
obispo el actual Secretario General Guillermo Teillier -ante las cámaras de TV-
insiste que sería muy positivo que los retoños de Gladys se incorporen al…
Partido. A lo que un muchacho comunista “del montón” –fuera de libreto- hostigado
de tanta chapucería necrofílica interrumpe al nuevo faraón con la iconoclasta
frase:”Ya pu, córtela, esto no es una dinastía"...