Ese afán por la “paridad de género” puede empujar a excesos. Pareciera ocultar cierta envidia al mundo varonil. En función de la banderola del feminismo, las damas en vez de beber una “gaseosa” se empinan la “chela”, la piscola o el “vinacho”. El fútbol sustituye al básquetbol o a la gimnasia rítmica. Se compite con los varones en proferir groserías. Se impulsan campañas pro aborto… Estimo que esos supuestos “derechos” no benefician a la mujer, sino la dañan. Su encanto disminuye con tufo a trago. Su cuerpo no se modela, sino endurece con aquel deporte. Las ordinarieces verbales le restan encanto. Sobre el aborto... no hay comentario.
1 comentario:
Esto es super retrogado....
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