Desde el comienzo -a sugerencia del sagaz Julio Fernández Baraibar-adherimos a Ollanta. No obstante, surge una torpeza inaudita: el hermano suyo que reside en Moscú inicia todo tipo de negociaciones con los empresarios rusos asumiendo -de modo inconsulto y prematuro- la representación de su hermano. No parece saludable tal ajetreo mercantil.
Tanto así que el propio Partido Nacionalista suspende la militancia del acelerado benjamín de la familia Humala y el mismo Presidente Electo "no descarta sanciones" . Pareciera conveniente desde el comienzo asumir comportamientos correctivos. Por cierto a los peruanos incumbe la responsabilidad primera. Sin embargo, los suramericanistas algo podremos opinar.
Hay compañeros duchos en justificar cualquier torpeza de gobiernos juzgados "revolucionarios". Eso se vivió respecto a la URSS y ahora con Cuba. Callar es para peor. No se trata se ser "perfeccionistas", pero si de preconizar la enmienda de errores o -si es necesario-denunciar procesos degenerativos. Eso es honradez e injusto se nos acuse de "savonarolas" y "puritanos".
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