Invito -a través de diversas instancias- a enjuiciar la patriotería que afecta a mi país. Es lo correcto si me comporto como bolivariano y o`higginista. Mis enjuiciamientos motivan satisfacción en las repúblicas fronterizas con las cuales Chile ha tenido choques armados o disputas diplomáticas.Significa que soy leído.
Juzgo que no basta. Constituye un imperativo ético que broten opiniones de idéntica naturaleza autocrítica en las diversas repúblicas. . El chauvinismo no es sólo epidemia chilena, sino está presente en todos y cada uno de los países de Iberoamérica. No nos echemos tierra a los ojos ni actuemos como el avestruz.
Se exige que ecuatorianos y peruanos, peruanos y bolivianos, paraguayos y brasileros, etc. pasen a la ofensiva y sean capaces de un strep tease que muestre en ´público las llagas de odio u desdén por los vecinos. No basta que lo hagan sólo los argentinos que, pioneramente, desenmascaran la guerra anglomitrista contra el Paraguay.
Como lo he manifestado en otros textos -de México al Cabo de Hornos- la furia fratricida está viva o encriptada. Hay que denunciarla para usar fármacos cicatrizantes evitando así las gangrenas. Me informo, recientemente, lo que significó la Guerra del Fútbol -entre El Salvador y Honduras- en tal fratricidio hubo desatada xenofobia.
1 comentario:
Bien dicho, querido anónimo 19 de abril de 2013 08:05. A este viejo asqueroso hay que desenmascararlo. Que diga como se origino la independencia de Bolivia, su primer nombre fue República Bolívar y nació a la independencia objetada por las entonces Provincias Unidas del Río de la Plata que era su lugar de pertenencia. Incluso los primeros patriotas bolivianos lucharon bajo el primer pabellón argentino creado por Manuel Belgrano, porque se veían primeramente como una unidad. Este viejo indecente sabe que los argentinos usan a Bolivia para desgastar la imagen y soberanía de Chile sobre sus territorios legítimos porque ansían ser un potencia biodeánica sometiendo a Chile bajo soberanía argentuza. Eso no lo dice el viejo culiao. Investiguen el rol de Andrés de Santa Cruz y como lo ven a la distancia muchos historiadores argentinos. Ahí está la clave de todo.
Publicar un comentario