Se visualiza, con temor, el fortalecimiento de la Alianza del Pacífico. La Casa Blanca impulsa ese bloque. Por otro lado, no se observa que el MERCOSUR opere con vigor. Quizás nos equivoquemos. No será la primera vez.
El Brasil pareciera confundido por problemas internos. El etnocentrismo carioca aun gravita. Por otro lado, Argentina no recupera su impetu continentalista que exhibe hasta 1955. Sin embargo, es vigorizante la voluntad mercosurista de Venezuela.
La condición de "país asociado" no implica compromiso. |
En Bolivia perdura desconfianza al Brasil. La guerra del Acre y las ambiciones paulistas explican eso de aludir al "subimperialismo brasilero". Desde acá resulta negativa la incompetencia paceña de negociar. Tales factores frenan el ingreso al MERCOSUR.
Ecuador no posee frontera común con Brasil. Sin embargo, una ágil diplomacia, brasilera podrá favorecer la aspiración amazónica de Quito. El Presidente Correa -se diga o no- está horquillado con la Alianza del Pacífico que incluye a Perú y Colombia.
En el isleño Chile el MERCOSUR es factor ajeno a la política exterior. Desde Santiago, lo vemos pálido. Se reitera, es urgente que La Paz y Quito se incorporen y Brasilia revise sus nexos con Asunción y Buenos Aires con Montevideo. He allí la expectativa bolivariana.
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