Apoyandose en el principio de la autodeterminación de los pueblos los separatistas marroquies que viven en el Sahara occidental bregan por edificar su propio Estado. Logran la simpatía de las izquierdas. Incluso aquí fueron acogidos por el PC en la Fiesta de los Abrazos. Esta situación, invita a recordar el refrán "dime con quien andas y te diré quien eres". Se proclaman saharauies y apuntan a desmembrar Marruecos. Dicho de otro modo no están por la integración, sino por el desmembramiento.
Se argumenta: "los saharauis no son marroquies. Poseen su propia identidad. Subordinarse a Mohamed VII, para ellos es inaceptable porque representa una tiranía feudal". Comento que antagonismos políticos no autorizan fragmentar la nación. La arábiga dispone de sólido fundamento racial y cultural. Reafirmo, de Irak a Mauritania los habitantes son árabes y los saharauis, una esquirla de ese conglomerado. En lo inmediato, son marroquíes, en lo comarcal, magrebies y nacionalmente árabes.
Se argumenta que República Saharaui es progresista y combate -apoyado en el Frente Polisario- al Sultán por ser un déspota. Pienso que ser de izquierda no legitima fragmentar una nacionalidad y menos acentuar su atomización. Otra cosa es que, al interior de Marruecos, se organice una guerrilla. El negocio de los imperialismos es dividir. Lo hemos padecido en nuestra América. Londres organiza Belice con ínfima población y pretendió convertir en república a Malvinas por cierto que enjaulada en la Commonwealth.
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