domingo, 30 de agosto de 2009

TRES EXPERIENCIAS HONDUREÑAS

1. Ofrecer flancos para ser víctima del enemigo es lo que denominamos "obsequio de pretextos". La moda de reelegirse es un motivo para que se acuse a los innovadores, de perfilarse como candidatos a establecer una dictadura. Se contrargumenta que los líderes representativos -Evo, Hugo, Daniel, Rafael...- son insustituibles. Se duda de tal afirmación. La Revolución Mexicana -pronta a conmemorar su centenario- se hace, en primera instancia, contra el porfiriato con el lema "¡Sufragio efectivo. No reelección!". La alternancia en el poder es una contribución cívica a la civilización. Imposible aceptar la monocracia y menos dinastías al estilo de Somoza o Castro. En Honduras la sola consulta en torno a la posibilidad de reelegirse activa fuerzas cavernarias que esperan, en la oscuridad, la ocasión de insurreccionarse.



2. En exigir la intervención de EEUU para obligar a los golpistas a devolver la Presidencia al mandatario legítimo quiérase o no queda de manifiesto nuestra dependencia respecto al Coloso del Norte. De Zelaya a Chávez no hay nadie que se exima de solicitar a la Casa Blanca prive de piso a los gorilas hondureños. Es cierto, operan en la esfera que los politólogos denominan la real politik. Queda, sin embargo, al descubierto nuestro penoso vasallaje. Los sobrinos urgiendo al Tío Sam para que excluya a los barrabases uniformados que vulneran la democracia. Tanta es la rogativa que el mismo Obama hizo presente la vigencia de un doble discurso: "por un lado, abominan de nuestro intervencionismo y ahora lo imploran". Tal opinión invita a meditar...

3. El canciller de facto de Honduras es Enrique Ortez. Lo imagino ABC1 y, por ende, caucásico y miembro de las familias linajudas. Saca a relucir el racismo propio de las clases dominantes. No sólo con la frase paternalista "es morenito, pero simpático". Tampoco con la "mirada de alto abajo" que explicita actitud de aduanero social. Menos eso de tildar de "ordinario" a cualquiera que no sea blanco. El quid es Obama mismo. Quizás molesto porque Washington no reconoce al régimen de Micheletti declara: "Ya EEUU no es el defensor de la democracia... el negrito ese que gobierna no conoce dónde queda Tegucigalpa". La US Embassy protesta. Entonces el titular de las RREE da excusas, es decir, se traga el repugnante discurso blanquista. Ensamblan así la altanería racial con la vocación de lacayo.







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