El titular del Juzgado de Policía Local de Casablanca respalda, en terreno, a Carabineros que sancionan a faraones de la política por velocidad excesiva en la Ruta 68. Expresa: "Los privilegios en Chile ya se abolieron junto con las peleas de gallo y todos debemos someternos a la ley". Su opinión me retrotrae a la escuela pública del ayer. Esa que "hizo patria" manejada por fervorosos maestros normalistas. Se comienza a marchitar con las subvenciones a los planteles privados. La lápida se la ponen los Chicago Boys y la LOCE. En sus aulas se fundían, en un crisol, "el hijo del taller y el hijo del palacio". El mismo discurso del magistrado se reiteraba tras cada pupitre. Se añadía: "Aquí nada vale el vestuario, el apellido o el dinero. Lo único importante es el estudio". Era el Chile austero y meritocrático cuya decadencia se lamenta. Hoy prosperan, por separado, sistemas de enseñanza para retoños de "cuicos" y otros para los del "mediopelo". Los municipales son ghetos del mundo "flaite". Un detalle significativo: ningún postulante presidencial propone restaurar el Estado docente representado por aquel plantel nacionalizante y democratizador que enaltezco. Se agradece al juez Mario Cortés la clase práctica y teórica de Educación Cívica que dicta y la posibilidad de evocar aquella época de oro de la docencia.
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