Representé a CEDECH, en "la docta", los cuatro primeros días de julio. Aquella es una jornada memorable. Tan memorable como fecunda. Fui invitado por el SIESE "Manuel Ugarte". Presenté, en aula magna de dicha entidad, a recinto repleto, mi nueva obra "Bicentenario e identidad". El evento resultó no solo una óptima venta del texto, sino también un fructífero debate. Este primer instante, en suelo trasandino, constituye un éxito para la divulgación de una óptica contestataria respecto a los festejos que se efectuarán el año próximo para conmemorar el 200º aniversario de la Independencia. En dicha sesión fui presentado por Daniel Vaca Narvaja y, posteriormente, intervino Carlos Alberto del Campo, cuadro destacado del peronismo cordobés.
Concurrí a la exhibición, en cine céntrico, del film "De Bolívar a Chávez". Quedo sorprendido por la maestría técnica de los cineastas. La temática militantes de la cinta desprovista de chabacano sectarismo es un aporte. Se trata de amena lección de historia de nuestra América. Combina elegancia y veracidad y, lo que es más importante, presenta en bloque la trayectoria de la Patria Grande de 1810 a la fecha. No es menos importante poner de relieve que logra reunir a decenas de muchachos que finalizada la presentación de pie corean el estribillo siempre vigente "¡Patria si, colonia no!". Al día siguiente se presenta en anfiteatro de la Universidad Nacional de Córdoba y obtiene también merecidos aplausos.
Este éxito en ámbito poco explorado por el campo nacional y popular mueve al SIESE a impulsar un nuevo documental. Se prebautiza con el sugerente nombre "La patria antes de la patria". Con esa película que sería la tercera siendo la primera otra basada en el experimento boliviano "Ama sua, ama kella, ama llulla" se pretende que el público conozca sus raíces ameroibéricas. Está claro que oligarcas y zurdos han logrado convencer a nuestros pueblos que nuestros países nacen en 1810. Con ello de una plumada borran o subvaloran el ayer peninsular y aborigen. El nuevo film se propone enmendar el infundio. Tarea tan riesgosa y compleja como indispensable si anhelamos el rescate integral de nuestra identidad hasta hoy tuerta, renga, mocha y tartamuda.
Otra tarea del SIESE fue convocar a un foro sobre la situación hoy de Bolivia, Chile y Paraguay. Los panelistas amén del infrascrito son el paraguayo Lido Domínguez y la extitular de la Cartera de Educación en gabinete de Evo Morales, Magdalena Cajías. Las tres intervenciones motivaron el interés de los invitados y se registra interesante polémica. Hice especial referencia a los peligros de disgregación que implica el indigenismo y a la sospechosa política armamentista de La Moneda. Pese a diferencia de matices entre foristas y auditores que intervinieron hubo consenso en orden a solidarizar con Honduras y promover a integración de la Patria Grande que redescubriera, precursoramente, el ilustre Manuel Ugarte.
En la apretada agenda se anota la armaduría de cátedra que promueva el recíproco conocimiento de nuestras patrias y auspicie publicaciones favorables a la concordia intraiberoamericana. En un comienzo esta instancia académica cordobesa de irradiación suramericana se denomina Cátedra Bolívar, Martí, Sandino. Luego se baraja el nombre de Bolívar-San Martín y hoy se comienza a difundir la nominación Cátedra Sur Sur. Este propósito aun embrionario se discute con la plana mayor de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la ya citada Casa de Estudios. El proyecto supone sugerir temáticas no tradicionales, estrategias didácticas atractivas y, sobre todo, canales de irradiación entre los cuales no se descarta Internet.
Radio emisoras y estaciones de TV efectuaron entrevistan a los invitados del SIESE. Ello me permite insistir en la tesis de Iberoamérica como una sola nación atomizada, los peligros de brotes desmembradores socapa de defensa de los "pueblos originarios", el demencial armamentismo mapochino, el peligro que implica lo acaecido en Honduras y rendir homenaje al Presidente Perón con motivo del 25º aniversario de su deceso. Más allá de la actividad académica y cívica es estimulante retomar contacto con destacados amigos de la chilenidad como el ya referido compañero del Campo y Lizardo Sánchez. Quedó, como tarea pendiente, visitar al egregio maestro Roberto A. Ferrero. No hubo omisión, sino -como expresara- agenda recargada.
Concurrí a la exhibición, en cine céntrico, del film "De Bolívar a Chávez". Quedo sorprendido por la maestría técnica de los cineastas. La temática militantes de la cinta desprovista de chabacano sectarismo es un aporte. Se trata de amena lección de historia de nuestra América. Combina elegancia y veracidad y, lo que es más importante, presenta en bloque la trayectoria de la Patria Grande de 1810 a la fecha. No es menos importante poner de relieve que logra reunir a decenas de muchachos que finalizada la presentación de pie corean el estribillo siempre vigente "¡Patria si, colonia no!". Al día siguiente se presenta en anfiteatro de la Universidad Nacional de Córdoba y obtiene también merecidos aplausos.
Este éxito en ámbito poco explorado por el campo nacional y popular mueve al SIESE a impulsar un nuevo documental. Se prebautiza con el sugerente nombre "La patria antes de la patria". Con esa película que sería la tercera siendo la primera otra basada en el experimento boliviano "Ama sua, ama kella, ama llulla" se pretende que el público conozca sus raíces ameroibéricas. Está claro que oligarcas y zurdos han logrado convencer a nuestros pueblos que nuestros países nacen en 1810. Con ello de una plumada borran o subvaloran el ayer peninsular y aborigen. El nuevo film se propone enmendar el infundio. Tarea tan riesgosa y compleja como indispensable si anhelamos el rescate integral de nuestra identidad hasta hoy tuerta, renga, mocha y tartamuda.
Otra tarea del SIESE fue convocar a un foro sobre la situación hoy de Bolivia, Chile y Paraguay. Los panelistas amén del infrascrito son el paraguayo Lido Domínguez y la extitular de la Cartera de Educación en gabinete de Evo Morales, Magdalena Cajías. Las tres intervenciones motivaron el interés de los invitados y se registra interesante polémica. Hice especial referencia a los peligros de disgregación que implica el indigenismo y a la sospechosa política armamentista de La Moneda. Pese a diferencia de matices entre foristas y auditores que intervinieron hubo consenso en orden a solidarizar con Honduras y promover a integración de la Patria Grande que redescubriera, precursoramente, el ilustre Manuel Ugarte.
En la apretada agenda se anota la armaduría de cátedra que promueva el recíproco conocimiento de nuestras patrias y auspicie publicaciones favorables a la concordia intraiberoamericana. En un comienzo esta instancia académica cordobesa de irradiación suramericana se denomina Cátedra Bolívar, Martí, Sandino. Luego se baraja el nombre de Bolívar-San Martín y hoy se comienza a difundir la nominación Cátedra Sur Sur. Este propósito aun embrionario se discute con la plana mayor de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la ya citada Casa de Estudios. El proyecto supone sugerir temáticas no tradicionales, estrategias didácticas atractivas y, sobre todo, canales de irradiación entre los cuales no se descarta Internet.
Radio emisoras y estaciones de TV efectuaron entrevistan a los invitados del SIESE. Ello me permite insistir en la tesis de Iberoamérica como una sola nación atomizada, los peligros de brotes desmembradores socapa de defensa de los "pueblos originarios", el demencial armamentismo mapochino, el peligro que implica lo acaecido en Honduras y rendir homenaje al Presidente Perón con motivo del 25º aniversario de su deceso. Más allá de la actividad académica y cívica es estimulante retomar contacto con destacados amigos de la chilenidad como el ya referido compañero del Campo y Lizardo Sánchez. Quedó, como tarea pendiente, visitar al egregio maestro Roberto A. Ferrero. No hubo omisión, sino -como expresara- agenda recargada.
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