La revista "The Economist" nomina a Uruguay "el país del año". Ello por su modestia, audacia y liberalismo (sic). Añade que su gobierno ha tomado medidas que "benefician al mundo". Se juzga que no vigorizan, sino debilitan , es decir, degradan la despenalización del aborto, la legalización de la marihuana y el matrimonio homosexual que impuso -en la patria de Rodó y Alberto Methol Ferré- el Presidente Mujica. No se nos tilde de "cartuchos", "jurásicos", "anticuados" u "homofóbicos" por discrepar. Esas descalificaciones son "fascismo progre".
No hay comentarios:
Publicar un comentario