19 de septiembre de 1891... el depuesto Presidente Balmaceda se asila en la representación diplomática de Argentina. Lo tumba una contrarrevolución . En Concón y en Placilla yace triturado el Ejército de Chile. Jefes y oficiales son ejecutados. Se saquean las residencias de sus adictos. Las cárceles están repletas. La administración pública es depurada de quienes permanecen leales al depuesto jefe de Estado Se registra un vil carnaval de delaciones. En ese contexto el mandatario se descerraja un tiro de revolver en la sien. Edad: 51.
19 de diciembre de 1924... en enigmática circunstancia atenta contra su vida Luis Emilio Recabarren. El fundador del Partido Comunista y de la Federación Obrera de Chile –una leyenda de Tarapacá a la Patagonia- se impacta con proyectiles de pistola. Se tejen diversas hipótesis. Las principales: desavenencias conyugales y arrinconamiento por fracción prosoviética de su tienda. Esta última es congruente con la activa campaña contra su supuesta herencia "socialdemócrata" que impide la "bolchevización", es decir, la rusificación. Edad: 48.
11 de septiembre de 1973... la “ultra” radicaliza hasta el delirio la experiencia gubernativa de la Unidad Popular. Tal irresponsabilidad detona el pronunciamiento. Los insurreccionados creen que el régimen se sostendrá 7 días. Sorpresa: se derrumba en 7 horas. Aquellos que propalaban la consigna "Avanzar sin tranzar" en la práctica aplican otra "Huir sin parar". El Presidente Allende, prácticamente, solitario acompañado con apenas una docena de amigos resiste. En medio del bombardeo de La Moneda pone fin a su vida. Edad: 65.
Los tres suicidas aun hoy disponen de adherentes y detractores. Estatuas y calles perpetúan su memoria. En la plática callejera, en los medios, en las aulas y en la historiografía se vierten -de modo permanente- interpretaciones contrapuestas sobre las tres personas y la circunstancia que los envolviera. El fin trágico de sus existencias demuestra que la Historia de Chile no es quieto remanso, sino arteria fluvial de curso plácido combinado con episodios torrentosos. No somos una excepción en el contexto de nuestra América.
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