BICENTENARIO: 4 ERRORES

Si el Bicentenario es insuficientemente compredido precipita a equivocaciones. Una es creer que la Patria nace -como hongo después de un aguacero casi por generación espontánea- el 18 de septiembre de 1810. Lo cierto: la chilenidad se engendra a mediados del siglo XVI y se desenvuelve durante 300 años. El Cabildo Abierto es apenas una manifestación de autogobierno al comenzar el XIX. Se manifiesta en una Junta y conlleva renovar la lealtad a Fernando VII. El juntismo cubre toda Hisanoamérica así como la Península. El propósito es oponerse a la dominación del Imperio francés encabezado por Bonaparte. La Independencia es un fenómeno posterior acaecido el 12 de febrero de 1818. La confrontación bélica posee naturaleza de guerra civil y no internacional.

A ambas visiones erróneas se agrega el afán de vincular la conmemoración a las etnias originarias. Eso tuvo asidero en 1992 con motivo del V Centenario, pero ahora es "tomar sopa con tenedor". La emancipación y con mayor fuerza las Juntas son hechos protagonizados por la elite blanca. El pueblo -mestizo en su totalidad- permanece neutral. Después es "carne de cañón" en los choques armados entre monarquistas y separatistas. También es curioso el comportamiento amerindio: combate por la Corona. Lo mismo ocurre en el resto de nuestra América. Los Pincheira y otros guerrilleros leales a Madrid poseen tropa indígena. Ello, aunque los libertadores denosten lo ibérico y se proclamen indigenistas.