¿En qué consiste? En concurrir a ciclos de charlas que especialistas del MINEDUC o de entidades privadas ofrecen a docentes de Regiones. El expositor se hospeda en hotel decoroso y en un plantel se reunen los colegas ¿a qué? respuesta: a "oír". Queda la pregunta ¿oyen? ¿están en esa aula en cuerpo y alma o sólo en cuerpo? Eso no se sabrá jamás. Lo cierto es que el perfeccionamiento tal como se concibe -con las variantes que confirman la regla- es un monólogo en el cual un académico expone y un puñado de personas dedicados a la enseñanza son auditores. En la apertura y la clausura del evento habrá cóctel. El clima imperante es de cordialidad. El problema reside en que los "perfeccionandos" están eximidos de pruebas y de examen Sin embargo, dispondrán de diploma. La pregunta; ¿eso "perfecciona"? Definitivamente ¡no! ¿Cómo podría denominarse? Sin tapujos, diría ¡una pantomima!
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¿Qué se propone? Someterlos, periódicamente,a exámenes con la misma estrategia de la PAA y de la PSU. Tendrían la jerarquía de tests de medición de competencia. Al comienzo, es cierto, serán sólo cognitivos, pero por algo hay que empezar. La Prueba Inicia aplicada este año a educadores en ejercicio (resultados conocidos el 06.05.10) son deplorables. Al dicho certamen, voluntariamente, se someten 3 mil colegas de 100 mil que ejercen. Se evalúan sólo contenidos de 1º a 4º básico. Los resultados son deprimentes en Castellano, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales y, en particular, en Matemática. Dos opciones: no enseñan o enseñan errores. Es un dato del sentido común que se transfiere con eficacia sólo lo que se sabe. No bastan las metódicas didácticas si se ignora la materia. La elevación de la experticia exige un compromiso tipo Prueba Inicia con carácter obligatorio. La deficiente preparación de las Facultades de Educación de las UU es otro tema.
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