En
la enseñanza- aprendizaje de la Historia de Chile hay niveles de dificultad.
Docentes y discípulos registran confusiones.
Una es la reiteración de ciertos apellidos en la jefatura del Estado.
Ello se debe a que personajes regresan a La Moneda o, en su defecto, alguno de sus hijos alcanza la primera magistratura. La retención de los apellidos maternos contribuye a un esclarecimiento de las dudas.
Francisco
Antonio Pinto gobierna de 1827 a 1829. Aníbal, su hijo, también ciñe la banda de 1876 a 1881.
Errázuriz es otro apellido que invita
al equivoco. Progenitor y retoño se llaman Federico. Uno es Errázuriz Zañartu
(1871-1876). Su vástago Errázuriz Echaurren (1896-1901). Manuel Montt representa uno de los cuatro decenios
(1851-1861). Su hijo Pedro será mandatario en pleno parlamentarismo
(1906-1910). Jorge Montt, aquel marino que vence a Balmaceda, al parecer no es
pariente. Será jefe del Estado (1891-1896).
En
el siglo XX hay complicaciones con Alessandri. Uno, Arturo es el padre. El
grado de dificultad se eleva, pues
registra dos mandatos 1920-1925 y 1932-1938. Su hijo Jorge también es
Presidente de la República (1958-1964). Eduardo Frei Montalva (1964-1970) y su
hijo también Eduardo, se tercian la
banda (1994-2000). Carlos Ibáñez del Campo ocupa La Moneda en dos
oportunidades (1927-1932) y (1952-1958). Contra lo imaginado Diego Portales
jamás ocupa la Presidencia. Bachelet ahora inicia su II mandato.
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