"Quedarse en el pasado" es manifestación de Alzheimer.No se trata de la conmemoración siempre grata o necesaria, como, por ejemplo, el cumpleaño de la abuela o el bicentenario de la I Junta de Gobierno, sino una obsesión por la Guerra del Pacífico y el Golpe de Estado. 1879 y 1973 son años pegados como "pernos de muelle" en el alma de millones de chilenos. Fracasa el WD 40 para aflojarlos.El tiempo se congeló para algunos con esa confrontación bélica y para otros con aquel pronunciamiento que tumbara a Allende. No se niega la trascendencia de esas fechas, pero vivir con los ojos en la nuca e hipnotizados con hechos acaecidos, respectivamente, hace ya siglo y medio o decenios, sin luces para captar el presente y programar el porvenir, pareciera -a lo menos- demencia senil. Ambas fechas son factores negativos para la reconciliación: la externa con dos patrias fraternas y la interna entre habitantes de un mismo terruño. Formulemos votos para que en este "18" se diluyan -en un caso- prepotencias racistas y -en el otro- rencores escudados tras la irresponsable consigna "¡Ni perdón ni olvido!"
miércoles, 8 de septiembre de 2010
1879 Y 1973
"Quedarse en el pasado" es manifestación de Alzheimer.No se trata de la conmemoración siempre grata o necesaria, como, por ejemplo, el cumpleaño de la abuela o el bicentenario de la I Junta de Gobierno, sino una obsesión por la Guerra del Pacífico y el Golpe de Estado. 1879 y 1973 son años pegados como "pernos de muelle" en el alma de millones de chilenos. Fracasa el WD 40 para aflojarlos.El tiempo se congeló para algunos con esa confrontación bélica y para otros con aquel pronunciamiento que tumbara a Allende. No se niega la trascendencia de esas fechas, pero vivir con los ojos en la nuca e hipnotizados con hechos acaecidos, respectivamente, hace ya siglo y medio o decenios, sin luces para captar el presente y programar el porvenir, pareciera -a lo menos- demencia senil. Ambas fechas son factores negativos para la reconciliación: la externa con dos patrias fraternas y la interna entre habitantes de un mismo terruño. Formulemos votos para que en este "18" se diluyan -en un caso- prepotencias racistas y -en el otro- rencores escudados tras la irresponsable consigna "¡Ni perdón ni olvido!"
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1 comentario:
Ni perdón ni olvido, en efecto.
No se puede ignorar un capítulo tan negro para nuestra historia así como así. Es como si los alemanes decidieran olvidar masivamente el Holocausto.
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