NOS DESCONOCEMOS

Chile y Argentina viven de espalda. Se ignoran.
 Hay momentos en que se han odiado.
Lamentable... complementados serían potencia.

Esta afirmación es sustantiva para comprender nuestro naufragio identitario. Yo mismo, aunque estudioso de la Historia de nuestra América, no ha mucho supe que expediciones remitidas desde el Reino de Chile, específicamente, por el capitán general Garcí Hurtado de Mendoza implicaron la fundación de Mendoza y de Santiago del Estero. No hicieron otra cosa que transitar por la cordillera a través de boquetes ya conocidos por los aborígenes. 

He ido a la ciudad de Mendoza y un barrio entero -y muy importante- es Godoy Cruz. De repente me encuentro que un número importante de los partidarios del derrocado Presidente Balmaceda se refugian en Argentina. No hay aun un estudio de ese asilo que brinda la república trasandina. Sin embargo, el ministro del Interior del mandatario depuesto es Domingo Godoy Cruz ¿Tiene algo que ver con ese sector urbano?

Optimo será contactar con algún lector que nos ilustre sobre este dato. No es una simple nimiedad, sino una manifestación más de los nexos que unen a ambos países. Tanto el chauvinismo como nuestra ignorancia nos impiden detectar la urdimbre que vincula a estas patrias de Suramérica que, como lo adelantaran Ugarte y Ramos, son una sola nación desmembrada como lo estuvo la Alemania prebismarckiana y la Italia pregaribaldina.