Nuestro etnocentrismo se presenta en locuciones habituales. Apenas ayer el
Ministro de Hacienda usa la expresión yanqui “país bananero”. Ella ofende a
repúblicas como Ecuador y otras de Centroamérica que
exportan esa fruta. Aquí se usa para nutrir el engreimiento chilensis y, de
paso, descalificar patrias fraternas.
No es la única. Lo “tropical” y el “tropicalismo” se
identifica con la charlatanería y lo selvático... Error: el segmento norte de
Chile es tropical. Peor aun –entre otros- Brasil es puro trópico. La elite y
sus acólitos, por eurocentrismo, sostienen que la civilización sólo florece
sólo bajo climas templados o fríos.
Estas manifestaciones de excepcionalismo “pichicatean” nuestra
patriotería Econformista y agresiva. Son ofensas a países hermanos. Urge
cuestionarlas tanto como aquellos chistes que agravian
–de modo particular- a bolivianos y argentinos. Se condena la discriminación,
pero se practica.
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