Recuerdo que Adriana Delpiano -funcionaria en la I Presidencia de Michelle Bachelet-ordenó a sus subordinados de la Intendencia Metropolitana: “cada
documento debe expresar Intendent-A”. No conozco la norma gramatical, pero ya
antes hubo polémica por eso de President-A. Ignoro si se usa gerent-A.
Es la
paranoia “del género”. No está bien ni mal, sino es la moda. Como tal “no
incomoda”.. No
obstante, considero –sin ánimo de confrontación- que todo exceso es grotesco.
Tanto como empeñarse en imponer –por pueril revancha- el masculino de dentista,
periodista, cronista, anestesista, cientista, cuentista, poeta...
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